El tenista español Carlos Alcaraz, número 3 del mundo y dos veces campeón del Mutua Madrid Open, ha confirmado este jueves su baja en el torneo debido a una lesión en el aductor derecho que arrastra desde la final disputada en Barcelona el pasado domingo.
La decisión, según explicó el propio jugador, busca evitar un agravamiento físico que comprometa su participación en Roma y, especialmente, su defensa del título en Roland Garros.
“Hay que escuchar al cuerpo”, declaró Alcaraz en una rueda de prensa celebrada en la Caja Mágica. “Madrid es un torneo muy especial para mí, pero no ha sido posible. Jugar en estas condiciones habría alargado la lesión y puesto en riesgo mi temporada”.
Prioridad: Roma y Roland Garros
El tenista de El Palmar, que no ha podido entrenar desde su llegada a la capital, confirmó que se someterá a nuevas pruebas médicas el lunes para determinar la evolución de su lesión y evaluar su presencia en el Masters 1000 de Roma, antesala del Roland Garros (25 de mayo al 8 de junio). “Haré todo lo posible por estar al cien por cien en Roma, y si no, mi siguiente objetivo será París”, afirmó con determinación.
Alcaraz, de 21 años, explicó que la dolencia se originó en el aductor y psoas derecho, aunque también notó molestias en el isquiotibial izquierdo durante la final de Barcelona. “Pensé que no era grave, pero no mejoró con los días. Ha sido una decisión difícil, pero correcta”, reconoció.
Un golpe anímico, pero no definitivo
Aunque calificó la baja como “un palo muy duro”, el murciano se mostró optimista sobre su regreso. “Siempre digo que no hay mal que por bien no venga. Volveré más fuerte”, remarcó. También señaló que mantiene intacta su confianza pese a esta interrupción. “Sé cuál es mi nivel y estoy preparado mentalmente para competir al máximo cuando vuelva”.
Ausencia notable en Madrid
Alcaraz, segundo cabeza de serie en el cuadro madrileño, tenía previsto debutar el sábado ante el ganador del duelo entre Yoshihito Nishioka y Zizou Bergs. Su renuncia supone una baja importante para el torneo, donde ha levantado el trofeo en 2022 y 2023, y donde se perfilaba nuevamente como uno de los grandes favoritos.
Con esta decisión, el español busca evitar repetir errores del pasado, como el del año anterior, cuando forzó su presencia en Madrid con problemas físicos y acabó siendo eliminado en cuartos de final.