El sacerdote Mario Bedino, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Fátima, en la urbanización Barici, de Barquisimeto, ofició la tarde noche del martes 22 de abril, una solemne misa con motivo de cumplirse cien años del natalicio del siempre recordado doctor Carlos Zapata Escalona, quien fue uno de los médicos más humanitarios de Barquisimeto. Concejal preocupado por el municipio Iribarren, eficiente gobernador del estado y extraordinario rector de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado.
A la ceremonia religiosa asistieron sus hijos y demás familiares, así como amistades y un gran número de personas de la sociedad barquisimetana, quienes destacaron las honorables cualidades que caracterizaron al doctor Zapata Escalona: fiel esposo, padre ejemplar, ciudadano a carta cabal, honesto, responsable, incansable profesional de la medicina y quien, además, destacó en todas las actividades que con voluntad inquebrantable y dedicación profunda, realizó durante su vida.
Nacido el 22 de abril de 1925 en Barquisimeto, refirió María Antonieta Zapata Rotundo a El Impulso, fue un esposo muy amoroso, padre de enorme ternura, extraordinario profesional de la medicina, excelente y honesto político, envidiable profesor universitario que por su pasión educativa tuvo la admiración de sus alumnos y cumplió tantas facetas en su vida, que yo creo me quedaría corta de hablar de lo maravilloso que fue mi papá.
Con la solemne misa oficiada por el padre Mario, nos sentimos muy agradecidos todos los integrantes de la familia, porque fue un reencuentro con las personas que le han hecho público reconocimiento a sus buenas cualidades que él demostró y a los servicios que supo dar en los momentos precisos que se necesitaban, añadió. Tenemos que expresar nuestra gratitud que sentimos a tanta gente que estuvieron de la mano con él, trabajando a su lado en las diferentes facetas que desarrolló.
En este orden ideas, María Antonieta Zapata Rotundo recordó que el doctor Zapata Escalona ocupó con gran responsabilidad, probidad y entusiasmo las funciones de concejal, gobernador y rector de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, de la cual había sido profesor en su especialidad de medicina.
Como médico, no sólo atendía solícitamente a sus pacientes, sino que también les preparaba los medicamentos y lo más bello que yo pude apreciar es que llegó a visitar a los enfermos, para ver cómo les iba en su tratamiento porque su mayor deseo era sentirse satisfecho de que la curación se había efectuado exitosamente.
El doctor Carlos Zapata Escalona estudió en La Salle, donde hizo amistad con quien sería presidente de Venezuela, Luis Herrera Campins, cuyo centenario de nacimiento será conmemorado el próximo 10 de mayo.
Egresó el doctor Zapata Escalona de la Universidad Central de Venezuela en el año 1950 e inmediatamente se vino a Barquisimeto para ejercer su profesión y cumplir las demás actividades ya expuestas.
Antes se casó con Rafaella Rotundo de Zapata, mi mamá, dice María Antonieta Zapata Rotundo, tras un amor platónico de seis meses. Ella era de origen italiano, y la pareja tuvo doce hijos, 6 hembras: María Josefina, María Eugenia, María Antonieta, María Rafaela, María Bernabé y María Virginia. Y 6 varones: Carlos Francisco, Mauricio Rafael (Q.E.P.D). Miguel Agustín, Gerardo José, Domingo José y Roque Luis.
Conmemorar este centenario constituye para la familia y para los allegados un acto muy bonito y conmovedor, manifestó María Antonieta. El solo hecho que recuerden a mi papá durante tanto tiempo y que hoy nos reunamos para rememorar los cien años de su nacimiento es muy significativo. El próximo 22 de junio se cumplirán diez años de su sensible fallecimiento en esta ciudad, a la que tanto quiso y por la cual trabajó afanosamente..