En un ambiente de profunda solemnidad y recogimiento, el féretro del Papa Francisco llegó a la Basílica de San Pedro, marcando el inicio de tres días de homenaje por parte de fieles provenientes de todos los rincones del planeta.
La procesión, cargada de simbolismo y emotividad, congregó a miles de personas que buscaban dar su último adiós al Santo Padre, mientras la Iglesia Católica se une en oración por su eterno descanso.
Tres días de homenaje
El cuerpo del Papa Francisco, trasladado en una procesión matutina este miércoles, yace ahora en la Basílica de San Pedro, donde permanecerá expuesto para que los fieles puedan rendirle tributo.
La ceremonia de traslado fue seguida por un servicio religioso dirigido por el camarlengo Kevin Joseph Farrell, cardenal encargado de los preparativos del funeral y del cónclave que elegirá al sucesor del Pontífice en las próximas semanas.
La Basílica de San Pedro abrirá sus puertas a los devotos durante tres días consecutivos, miércoles, jueves y viernes, ofreciendo la oportunidad de despedirse y expresar su gratitud al líder espiritual que marcó un hito en la historia de la Iglesia.
Se espera que la afluencia de visitantes sea masiva, con peregrinos de diversas nacionalidades que han viajado para participar en este momento histórico.
Asistencia de líderes mundiales
La Basílica de San Pedro se ha convertido en el epicentro de un duelo mundial, donde la fe y la devoción se entrelazan en un último adiós al Papa Francisco, con la asistencia confirmada de líderes mundiales, incluyendo al presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La presencia de figuras políticas y religiosas de alto nivel subraya la influencia global y el legado del Sumo Pontífice.
Los próximos días serán testigos de una muestra de amor y respeto sin precedentes, mientras la Iglesia Católica y el mundo entero se preparan para despedir a un líder que dejó una huella imborrable en la historia.