La Semana Santa, un período de profunda significación religiosa para los cristianos de todo el mundo, marca la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, millones de fieles participan en rituales, reflexiones y reuniones familiares para honrar este trascendental evento.
Sin embargo, el mapa mundial de la fe revela que esta tradición no es universal. De acuerdo a NT24, Un número significativo de países no celebra la Semana Santa como una festividad cultural o religiosa destacada. La razón principal de esta ausencia radica en el panorama religioso de estas naciones, donde el cristianismo, y específicamente el catolicismo, no constituyen la fe mayoritaria.
Entre los países donde la Semana Santa no forma parte de las celebraciones tradicionales se encuentran Japón, Corea del Sur, Mongolia y China, en el continente asiático. En Asia Central, Uzbekistán y Kazajistán también se distinguen por no conmemorar estas fechas. En África, Ghana presenta una situación similar, a pesar de garantizar la libertad religiosa.
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En la nota difundida señalan que en Japón, la influencia del budismo y las creencias sintoístas, centradas en la veneración de espíritus ancestrales y la naturaleza, explican la falta de arraigo de la Semana Santa. Aunque el cristianismo tiene presencia en el país, no alcanza una masa crítica que impulse la celebración a nivel nacional.
China, por su parte, si bien permite la práctica religiosa, no reconoce oficialmente la Semana Santa como una festividad. No obstante, los ciudadanos católicos tienen la libertad de celebrar privadamente sus creencias. Mongolia, con una clara mayoría budista, sigue un camino similar al no incluir la Semana Santa en su calendario de celebraciones. Corea del Sur, aunque con una presencia cristiana significativa, no ha adoptado la Semana Santa como una festividad nacional, aunque tampoco la restringe.
En las naciones de Asia Central como Kazajistán y Uzbekistán, la religión predominante es el Islam, lo que naturalmente excluye la celebración de festividades centrales del cristianismo como la Semana Santa. De manera similar, en Ghana, a pesar de la diversidad religiosa, la Semana Santa no se ha establecido como una tradición cultural extendida.
Un caso particular en el contexto latinoamericano es Nicaragua, donde el régimen de Daniel Ortega ha prohibido las tradicionales procesiones de Semana Santa, una medida que contrasta con la profunda devoción que caracteriza a la región durante estas fechas.