La migración venezolana a través de la selva del Darién ha registrado una caída histórica en lo que va de 2025. Según datos oficiales del Gobierno de Panamá, en marzo solo 64 venezolanos atravesaron este peligroso paso fronterizo, lo que representa una disminución del 95 % respecto a los 1.114 que cruzaron en enero, y una reducción aún más drástica frente a los 23.257 migrantes venezolanos registrados en marzo de 2024.
La cifra representa apenas el 0,20 % de los venezolanos que emprendieron esta ruta el año pasado durante el mismo mes, en los últimos cinco años, 693.000 venezolanos han cruzado esta región selvática y montañosa, considerada una de las más peligrosas del continente.
El descenso en el flujo migratorio coincide con la adopción de medidas migratorias más estrictas en Estados Unidos, particularmente por parte de la administración del expresidente Donald Trump, lo que ha hecho menos viable esta vía para los migrantes que aspiraban llegar al país norteamericano.
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Venezolanos siguen siendo mayoría entre migrantes
Pese a la baja, los venezolanos siguen siendo el grupo con mayor presencia en la ruta del Darién, incluso por encima de migrantes de Nepal y Camerún (22 personas cada uno), Bangladesh (10), India (9) y Angola (8).
Cierre de centros migratorios en Darién
En respuesta a esta tendencia, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció el cierre progresivo de los centros migratorios ubicados en la provincia del Darién, que operaban desde 2016. Estos centros, como Bajo Chiquito y Canaan Membrillo, han atendido a cientos de miles de migrantes en los últimos años, con apoyo de Naciones Unidas y diversas ONG.
“No permitiremos más migrantes en esa zona del Darién y cerramos una operación que comenzó en el año 2016 (…) me da mucha complacencia haber cumplido y haber cerrado el Darién, con lo que eso significa para la seguridad regional y panameña”, expresó Mulino en su rueda de prensa semanal.