Tareck El Aissami, antiguo hombre fuerte del chavismo y figura central en el gabinete de Nicolás Maduro, durante más de una década, y anteriormente del gobierno de Hugo Chávez, cumple un año bajo custodia del gobierno venezolano.
La imagen de su arresto, esposado y escoltado por funcionarios encapuchados, recorrió el país aquel 9 de abril de 2024. Hoy, un año después, su caso sigue rodeado de opacidad, silencio institucional y ausencia de juicio.
El Aissami fue vicepresidente ejecutivo de la República, ministro de Relaciones Interiores, gobernador del estado Aragua, ministro de Petróleo y pieza clave del chavismo desde los tiempos de Hugo Chávez. Su ascenso meteórico contrasta con una caída abrupta y prácticamente sin explicaciones públicas.
«Conspirador, mafioso y traidor a la patria», fueron las palabras del fiscal general Tarek William Saab al referirse a El Aissami en abril del año pasado.
Una caída que sacudió al chavismo
El 20 de marzo de 2023, El Aissami renunció al Ministerio de Petróleo a través de Twitter, en medio de crecientes rumores de corrupción. Pero no fue sino hasta un año después que reapareció públicamente en condiciones de detención.
El caso no es aislado, otros altos funcionarios del sector petrolero también fueron arrestados bajo acusaciones similares.
La detención de El Aissami parecía marcar un punto de inflexión en el discurso del chavismo, que por primera vez apuntaba abiertamente a uno de sus históricos aliados como enemigo del Estado. Incluso Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, fue contundente:
«Ojalá le metan 30 años de cárcel. Pido que sea considerado por los tribunales para el traidor de Tarek El Aissami y Samark López», expresó Rodríguez, señalando que ambos habrían manipulado la economía para “dañar el proceso de recuperación iniciado por el presidente Nicolás Maduro”.
¿Qué se sabe hoy del caso Tareck El Aissami?
Un año después, el chavismo ha borrado prácticamente todo rastro de El Aissami del discurso oficial. No se han presentado avances del proceso judicial, no se han difundido nuevas imágenes del detenido y no hay confirmación de su estado actual o paradero exacto. La falta de transparencia ha dado paso a la especulación y al olvido institucional.
El caso de su presunto socio Samark López, también detenido, tuvo algo más de visibilidad gracias a los videos difundidos por Saab, quien ironizó diciendo que López “cantaba más que Pavarotti” durante los interrogatorios. Sin embargo, también en su caso, las investigaciones parecen haberse congelado.
Mientras tanto, la economía venezolana continúa enfrentando problemas estructurales. Sin embargo, el chavismo ha dejado de vincular esos desafíos con El Aissami o su red de corrupción, enfocando su narrativa en nuevos “enemigos” internos y externos.
Corrupción en el Ministerio de Petróleo
El Ministerio de Petróleo se ha convertido en una especie de trampa política para los funcionarios del chavismo. Desde 2016, cuatro ministros han sido detenidos por corrupción, como Eulogio del Pino y Nelson Martínez, quien falleció en custodia en 2018 sin ser condenado. El más reciente fue Pedro Tellechea, quien adquirió el cargo tras la caída de El Aissami y fue arrestado en octubre de 2024.
La constante rotación y los escándalos en el sector petrolero, principal fuente de ingresos del país, reflejan una profunda crisis de gobernabilidad interna. Aunque oficialmente se habla de una lucha contra la corrupción, las detenciones selectivas y la falta de juicios concluyentes dejan más dudas que certezas.