Sin duda alguna, que el pintor José Requena fue un gran maestro.
Cuando se llegaba al lugar era descubrir algo especial en la Escuela de Artes Plásticas después de pasar por el portigo de estilo griego, se entraba como a un taller de «El Renacimiento» se enseñaba por aprendizaje de la práctica que el maestro Requena daba a los alumnos jóvenes, algunos, como en mi caso, a los 14 años dibujando de la esculturas griegas que estaban como modelos e íbamos aprendiendo a preparar los colores al óleo, el guache a preparar las telas , todo era un aprendizaje.
Los alumnos iban asimilando, imitando al profesor Requena, él explicaba la mezcla en los colores, era un gran aprendizaje renacentista; éramos los aprendices, después, pasabamos como asistente y ayudabamos a los más jóvenes.
Ayudábamos al maestro Requena haciendo avisos, decoraciones para el Teatro Juares, pancartas y carrozas
de carnaval.
Recibíamos algo de dinero, tan igual, como en los talleres de «El Renacimiento» cómo eran fabulosos esos días, a veces, dormíamos en la Escuela. Una vez hubo el proyecto de cocinar y así poder comer en la escuela-taller.
El maestro José Requena se convirtió en el benefactor de muchos aprendices de las artes.
¡Un gran maestro! Le debo mucho al maestro Requena.
Esteban Castillo