Con una curiosidad destacada por la tecnología, tres estudiantes del Colegio Rioclaro, en el estado Lara, se alzaron con el primer lugar en el Torneo Nacional de Robótica, celebrado el pasado 5 de abril en el Centro Comercial Líder de Caracas. Representando a su institución en la categoría Lab 301, los pequeños programadores dieron muestra a todos de su talento, preparación y trabajo en equipo.
“Fuimos un gran equipo y nos merecemos este primer lugar”, comentó Samuel Requena, uno de los integrantes que con mucha emoción resumió la emoción vivida en la capital. Junto a sus compañeros, participaron en una competencia que reunió a más de 30 colegios de todo el país.
El reto consistió en diseñar un laberinto interactivo para un ratón robótico, programado en la plataforma Scratch, cumpliendo una serie de misiones en dos fases con un tiempo límite de 40 minutos.
Contra todo pronóstico, el equipo del Colegio Rioclaro completó el desafío en tan solo 25 minutos, demostrando no solo dominio técnico, sino también eficiencia y organización.
Primer trabajo en equipo
El docente a cargo, visiblemente emocionado, confesó que la actuación de sus alumnos superó sus expectativas. “Como su maestro, me sentí orgulloso. Ellos lo hicieron maravilloso. Han trabajado con disciplina, creatividad y mucha pasión. Verlos en acción fue una grata sorpresa”, aseguró.
Cada integrante del equipo asumió un rol fundamental: uno se destacó como diseñador, otro como programador, y el tercero como estratega. “Rodrigo es muy buena estratega, Samuel es un excelente programador, y yo soy muy buen diseñador”, explicó uno de los estudiantes, destacando cómo la complementariedad de habilidades fue clave en la victoria.
Durante la preparación para el torneo, desarrollaron un segundo proyecto donde crearon, también en Scratch, un helicóptero que se desplazaba siguiendo comandos del teclado, mientras otro helicóptero debía seguirlo de forma automática. Este ejercicio reforzó sus capacidades lógicas y de pensamiento secuencial, aspectos fundamentales en la programación.
Con calma hasta ganar
A pesar de los nervios iniciales, el grupo logró enfocarse y disfrutar la experiencia. “Practiquemos tanto que al final el torneo se nos hizo como una práctica”, dijo otro de los estudiantes entre risas, mostrando la seguridad con la que enfrentaron el reto.
Los pequeños innovadores aprovecharon el triunfo para invitar a otros niños y niñas a sumarse al mundo de la robótica, convencidos de que el futuro tecnológico de Venezuela puede construirse desde las aulas. “Cuando seamos grandes, queremos tener una empresa de tecnología.
Podemos hacer robots que ayuden con las labores del hogar. La robótica puede cambiar el futuro”, afirmaron con la convicción de quienes ya piensan en grande.
Por último, los ganadores agradecieron a sus familias, docentes y a Dios por el apoyo recibido y aseguraron que este logro es solo el comienzo de un camino lleno de ideas, creatividad y sueños tecnológicos por cumplir.