La fluctuación del dólar durante la última semana ha sumido a los habitantes de Barquisimeto en una profunda incertidumbre económica tras aumentar la brecha cambiaria entre el dólar paralelo y promedio en comparación con la tasa oficial establecida por el Banco Central de Venezuela (BCV).
Comerciantes de la ciudad reportan un impacto severo en sus negocios, mientras que los ciudadanos ven cómo su poder adquisitivo se desvanece ante la constante escalada de precios.
Disparidad en precios de compra y venta
Los comerciantes de Barquisimeto expresan su preocupación por la disparidad entre la tasa oficial (69,57 bolívares) del Banco Central de Venezuela (BCV) y el precio del dólar en el mercado paralelo (99 bolívares), que les dificulta mantener el inventario
«Ha sido fuerte, porque últimamente los proveedores de mercancía venden es a paralelo y eso afecta mucho y más que nosotros vendemos aquí a BCV y los costos son muy elevados», comentó Joseph Palencia, comerciante local.
Incremento en precios
Palencia enfatiza que deben hacer muchos cálculos para poder adquirir mercancía y enfrentar el aumento de precios. «El lunes todo aumenta, es como que no compras la misma cantidad, pero si haces como que el sacrificio pues de de cubrir ese pequeño espacio», comentó.
«La mercancía que hoy vendemos a un precio, al final de la semana no alcanza para reponer el inventario«, señaló un comerciante local, quien prefirió no ser identificado. «Tenemos que comprar menos cantidad o sacar de otro lado», señaló.
Disminución en ventas
Además, señalan que la inestabilidad cambiaria ha provocado una disminución en las ventas y una descapitalización de los negocios. «Los que somos comerciantes nos afecta porque se produce un descontrol allí, uno compra a un precio y ya cuando uno vende, pareciera que se descapitaliza», afirmó Naudy Rodríguez.
«En los compradores pareciera que el poder adquisitivo se hace como poco, pues la gente quisiera comprar pero no, no tienen recursos para comprar. Las ventas han bajado», afirmó.
La rápida depreciación del bolívar ha provocado una disminución en las ventas, ya que los consumidores ven cómo su poder adquisitivo se reduce drásticamente. «Uno no sabe cómo sobrevivir», expresó Ana Lucena, una ciudadana preocupada.
«Veinte dólares se van rapidito y no alcanzan para nada. Uno tiene que comprar comida, medicinas, pagar transporte y servicios, eso no alcanza», expresó.
La situación se agrava con la inflación, que continúa erosionando los ingresos de los venezolanos. Muchos ciudadanos se ven obligados a priorizar gastos básicos como alimentos y medicinas, dejando de lado otros bienes y servicios.