La Universidad Central de Venezuela (UCV), una de las instituciones educativas más prestigiosas del país, se enfrenta a una crisis sin precedentes. ante la falta de salarios dignos que ha provocado la renuncia del 44% de su personal docente, según informó José Gregorio Afonso, presidente de la Asociación de Profesores de la UCV.
El salario mensual de un profesor de la UCV oscila entre 5 y 8 dólares, una cifra irrisoria que no se corresponde con la dedicación y la formación de estos profesionales. Afonso explicó que un profesor que inicia su carrera docente gana alrededor de 5 dólares al mes, mientras que un profesor con amplia experiencia y doctorado puede llegar a ganar 8 dólares mensuales.
«Entre el primer escalafón y el último debe transcurrir un mínimo de 15 años de experiencia docente, cuatro trabajos de ascenso entregado y un doctorado culminado; es decir, no tenemos salario», denunció Afonso.
Aumentos salariales y calidad de vida
La falta de salarios atractivos ha provocado la renuncia de miles de profesores, lo que ha generado una grave crisis en la UCV. El promedio de edad de los profesores que aún permanecen en la universidad es de 54 años, y muchos de ellos están en edad de jubilarse. Esto significa que la UCV no cuenta con una generación de relevo para garantizar la continuidad de la educación.
Afonso también criticó las bonificaciones que ofrece el Estado venezolano para «compensar» la falta de aumentos salariales. Según el dirigente gremial, estas bonificaciones son un fraude a la Ley del Trabajo, ya que no generan beneficios ni prestaciones, y eliminan la meritocracia.
«Esos 90 dólares los cobra todo el mundo en la universidad, un obrero grado 1, un profesor titular a dedicación exclusiva, un trabajador que está en el primer año y otro que tiene 25, un trabajador que ejerce labores de supervisión o el que es supervisado, es decir, no tiene distingo de experiencia, de formación y de cargos. Eso está desvalorizando el trabajo», cuestionó Afonso.
Los profesores de la UCV, al igual que todo el gremio docente del país, exigen al Estado venezolano un aumento salarial que les permita mejorar su calidad de vida.
Afonso destacó que, si bien no es viable un salario equivalente a la canasta básica, valorada en más de 450 dólares, el sector sindical tiene una propuesta de 200 dólares. La UCV, una institución emblemática para Venezuela, se encuentra en una encrucijada, y el futuro de la educación superior en el país depende de una solución urgente a esta crisis salarial.