El reciente incremento del 6,4% en el precio del dólar ha generado un impacto significativo en la economía venezolana, exacerbando la brecha cambiaria y dificultando la estabilidad de los comerciantes y ciudadanos. La devaluación del bolívar frente a la moneda estadounidense reduce el margen de ganancia de los empresarios, quienes se ven obligados a vender bajo la tasa oficial impuesta por el Banco Central de Venezuela (BCV).
Los emprendedores y empresarios, deben adquirir divisas a un precio más elevado en el mercado paralelo. Esta situación ha intensificado la crisis financiera en el sector comercial, que ya enfrenta dificultades por la insuficiente liquidez proporcionada por el Estado.
Por otro lado, los ciudadanos ven cómo su poder adquisitivo se deteriora rápidamente si mantienen sus ahorros en bolívares, ya que la devaluación de la moneda reduce su capacidad de compra. Aquellos que intentan proteger su capital comprando dólares en el mercado paralelo sufren pérdidas debido a la diferencia de precios entre los tipos de cambio, lo que los coloca en una situación económica aún más precaria.
Panorama económico para el segundo trimestre de 2025
La incertidumbre en torno a la economía venezolana se intensifica con la reducción de licencias petroleras y las sanciones internacionales, lo que ha frenado la inversión y afectado tanto la producción estatal como privada. La economista Liuba Malpica explicó que la disminución en la entrada de divisas limita las opciones del gobierno para estabilizar el tipo de cambio, generando un círculo vicioso de inflación y devaluación.
A esta crisis se suma el ascenso del dólar en el mercado paralelo, que ha superado la barrera de los 100 bolívares, estableciendo una diferencia de más de 30 bolívares con la tasa oficial del BCV. Esta disparidad impacta el costo de vida de los venezolanos y distorsiona los precios de bienes y servicios, dificultando aún más la planificación financiera de las familias y empresas.
Rosben Romero, presidente del Colegio de Licenciados en Administración, advirtió que cada incremento del dólar paralelo encarece los costos de producción, forzando a las empresas a buscar estrategias para mantenerse a flote sin trasladar el aumento total a los consumidores. Sin embargo, el margen de maniobra es cada vez menor, y la presión económica sigue en ascenso.
Ante este panorama, los comerciantes y ciudadanos enfrentan una crisis que requiere soluciones urgentes para evitar un colapso financiero de mayor magnitud en el país.
Una gran pérdida en un día
El economista y exdiputado José Guerra calificó la jornada del martes 25 de marzo como un «martes negro» para la economía venezolana, destacando que la moneda nacional ha sufrido una depreciación del 6,4% en tan solo 24 horas. Guerra alertó sobre las graves consecuencias de esta caída para los trabajadores y pensionados, cuyos ingresos en bolívares se han reducido a niveles críticos, impactando su capacidad para cubrir necesidades básicas.
Según sus análisis, la devaluación acumulada del bolívar desde diciembre de 2024 alcanza un preocupante 40%, mientras que la variación interanual muestra una pérdida de valor del 164%. «Esto es resultado de una política económica incoherente y de la falta de confianza en la moneda local», afirmó Guerra, señalando que la escasez de divisas en el BCV es una de las razones detrás de esta crisis cambiaria.
El economista hizo un llamado a los trabajadores y jubilados para que exijan pacíficamente un ajuste salarial que compense la acelerada devaluación y garantice su estabilidad económica.
