La familia de Karyn Greymar Bastidas, detenida el 2 de agosto de 2024 tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, claman por respuestas ante el progresivo deterioro de su estado de salud y la falta de atención médica durante su reclusión.
Su padre, José Bastidas, expresó su preocupación por la gravedad de su estado de salud y el impacto que la detención tiene en las vidas de su hija y sus nietas de 7 años y un año y medio, separadas de su madre.
Asimismo, asegura que ha agotado las instancias locales en busca de respuestas, sin obtener soluciones. Señala que a excepción de una breve visita permitida el domingo, la familia no ha podido verla por más de 15 días.
Incertidumbre ante falta de respuestas
De acuerdo con su padre, Karyn Bastidas, de 31 años, fue detenida tras compartir un mensaje que recibió a través de un grupo de WhatsApp, posterior a las elecciones presidenciales. Señaló que en el momento de la detención iba a comprar refrescos y chucherías para celebrar el primer cumpleaños de su hija menor.
«Mi hija está detenida por algo injusto. Lo único que hizo fue compartir un mensaje y, a raíz de eso, le han arruinado la vida a ella y a nuestra familia«, expresó Bastidas con profunda angustia.
Desde entonces, su padre ha realizado múltiples gestiones ante las autoridades, incluyendo visitas reiteradas a Caracas, conversaciones con fiscales y la defensora asignada, así como la presentación de documentos, sin obtener respuestas concretas sobre su situación.
«He viajado a Caracas y he tenido que buscar dinero que no tengo para poder ayudar a mi hija, y en ningún lado nos dan respuestas”, lamentó.
Asimismo, subrayó que su hija cubría las necesidades de la familia, ya que el es jubilado y su esposa es paciente oncológico.
Condiciones de salud alarmantes
La preocupación de la familia crece ante las graves condiciones de salud de Karyn, quien ha experimentado un deterioro físico alarmante desde su detención en la sede del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (CONAS) de Santa Rosa en Barquisimeto.
Bastidas presenta entumecimiento en el lado izquierdo del cuerpo, dolores de cabeza constantes, además, una masa en el cráneo afecta su visión en el ojo izquierdo y tiene sangrado vaginal persistente, cuyo motivo desconocen.
«Ella ha tenido problemas de columna desde joven y ahora tiene dificultades para caminar», afirmó su padre.
Además de estas afecciones, su familia teme por su estabilidad emocional, su padre expone que presenta un cuadro de depresión severa debido a la situación. Según Bastidas, su hija le envió recientemente una carta en la que manifiesta sentirse desesperada y sin esperanza.
«Ella está cansada y lo peor es que no recibe atención médica adecuada. No sabemos en qué condiciones está realmente, porque hace más de 15 días que no la vemos«, declaró a El Impulso.
Dos niñas separadas de su madre
La detención de Karyn también afecta directamente a sus dos hijas, una de siete años y otra de un año y medio. «Mi nieta pequeña no ha podido recibir lactancia desde que su madre fue detenida». Esto no solo afecta su salud, sino también el vínculo emocional con Karim, lamentó Bastidas.
De acuerdo a la Ley de Promoción, Protección y Apoyo a la Lactancia Materna, todos los niños y niñas tienen derecho a la lactancia en condiciones adecuadas.
Por su parte, la hija mayor, ha tenido que enfrentar la ausencia de su madre sin comprender el motivo, a quien la familia le ha dicho que su madre se encuentra «trabajando con los policías». Sin embargo, la niña insiste en que desea que su madre vuelva a casa.
«Me dice abuelo, tráete a mi mamá, porque ya yo voy a cumplir años y mi mamá no va a estar aquí«, además, comenta que cuando debe viajar a Caracas la menor le sugiere que busque a su mamá para que regrese al hogar.
«Ella pregunta por su mamá, llora, no entiende por qué no puede verla. Es muy doloroso verlas así, privadas del amor y cuidado de su madre por algo que no tiene sentido», expresó el padre de Karyn, subrayando que le «parte el alma» ver a la niña así.
Aislamiento en el centro de reclusión
De acuerdo con el padre, la situación en el CONAS de Santa Rosa se ha vuelto más tensa luego de la fuga de dos reclusos, lo que ha resultado en restricciones de visitas y medidas disciplinarias severas que afectan a todos los detenidos.
Bastidas denuncia que estas acciones han agravado el aislamiento de su hija y han generado un clima de incertidumbre y temor dentro del recinto. «No nos permiten ni dejarle una carta para que sepa que estamos con ella. Solo podemos llevarle comida, pero sin garantías de que la recibe en condiciones adecuadas», denunció.
Además, aseguró que algunos detenidos han sido amenazados con ser trasladados a penales de mayor rigurosidad. «No sabemos si son rumores para amedrentar o si realmente planean mover a mi hija a una cárcel peor. Esto solo incrementa nuestra angustia», agregó.
Un llamado desesperado a las autoridades
Desesperado por la falta de respuestas y con la salud de su hija en deterioro, Bastidas hace un llamado urgente a las autoridades para que revisen el caso de Karim Greymar y consideren su liberación. «No sé qué más hacer. He hablado con todos los que me han enviado a ver y nadie me da una respuesta. Solo quiero que mi hija sea atendida por un médico«, pidió.
Hasta el momento, no ha habido un pronunciamiento oficial sobre el caso de Karyn Greymar Bastidas ni sobre su posible inclusión en las listas de excarcelaciones recientes. Su familia, mientras tanto, sigue luchando incansablemente por su liberación y bienestar.