La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) alzó su voz ante las deportaciones masivas de ciudadanos venezolanos al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) en El Salvador. Juanita Goebertus, directora para las Américas de HRW, calificó estas acciones como un intento de la administración Trump de criminalizar a los migrantes venezolanos.
En una reciente entrevista a El Tiempo, Goebertus reveló que muchas de las personas deportadas no han cometido delitos y no han sido sometidas a un debido proceso legal. Además, denunció la estigmatización de los migrantes, acusándolos sin fundamento de pertenecer al Tren de Aragua.
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Indicó que HRW ha documentado numerosos casos de venezolanos deportados sin antecedentes penales, algunos de ellos acusados únicamente por tener tatuajes. También criticó la falta de rigor en las investigaciones, señalando que los expertos en el Tren de Aragua no identifican a sus miembros por los tatuajes.
Sostuvo que la organización también ha presentado una declaración jurada ante un tribunal estadounidense, describiendo las condiciones carcelarias inhumanas en El Salvador, incluyendo el Cecot. HRW ha documentado casos de malos tratos, torturas, desapariciones forzadas y muertes en otras cárceles del país, y teme que los deportados al Cecot enfrenten condiciones similares.
Por último, exigió que se respeten los derechos humanos de los migrantes venezolanos y que se garantice el debido proceso legal. La organización continúa documentando estos casos y exige transparencia y rendición de cuentas por parte de las autoridades estadounidenses y salvadoreñas.
