Por: Miriam Otto Hernández-Palacios/ www.lawebdelasalud.com
Hace cinco años nos preguntábamos cómo sería la nueva normalidad luego de pandemia y cómo se verían afectadas todas las facetas de nuestro día a día, incluyendo el replanteamiento de espacios y el diseño de nuestros hogares. Pero, ¿realmente cómo ha cambiado? Conversar con quienes desean transformar los espacios en su hogar, nos permite comprobar en la práctica las tendencias.
El hogar como refugio multifuncional

En estos últimos cinco años ha ocurrido un cambio drástico: hemos aprendido a priorizar nuestro bienestar físico y mental, adaptando nuestros hogares a nuevas funciones.
El confinamiento nos obligó a replantearnos nuestra relación con los espacios domésticos.
Como señala Ophelia Yeung, investigadora senior del Global Wellness Institute: «La pandemia ha elevado enormemente la comprensión del bienestar y sus múltiples aspectos: alimentación saludable, movimiento, bienestar mental, sueño, naturaleza, conexiones sociales, espiritualidad y propósito», elementos que las personas ahora buscan incorporar activamente en sus entornos domésticos.
Hoy, el hogar debe satisfacer múltiples necesidades, proporcionando lugares para trabajar, recrearse, comer, estudiar y más. Lo más significativo es que las personas han redescubierto el valor de sus hogares desde una perspectiva de bienestar y equilibrio.
Han desarrollado una nueva conciencia: cada vez es más común ver cómo perciben que sus casas responden a nuevas necesidades de bienestar.
El auge de los espacios wellness domésticos

Hay una creciente demanda de espacios para el ocio, el ejercicio y el bienestar dentro del hogar.
Esta tendencia refleja un cambio fundamental en cómo concebimos el espacio vital: ya no solo como lugar donde dormir y comer, también como centro holístico para el cuidado integral de nuestra salud.
Los datos del Global Wellness Institute confirman que «el sector inmobiliario de bienestar es, por mucho, el sector de bienestar de más rápido crecimiento en los Estados Unidos en los últimos años».
La American Society of Interior Designers revela que los diseñadores de interiores reportan un aumento significativo en solicitudes de áreas tipo spa, saunas y áreas de meditación en residencias privadas.
La fusión entre funcionalidad y estética
El trabajo en remoto ha generado nuevas necesidades en el interiorismo: encontrar el equilibrio entre muebles ergonómicos y estéticamente agradables. Desde la pandemia, las mesas ajustables han ganado popularidad, aunque algunos modelos pueden tener un aspecto industrial y frío.
La experiencia pandémica de pasar tanto tiempo en casa llevó a las personas a reevaluar sus inversiones domésticas desde nuevas perspectivas, buscando soluciones que integren funcionalidad y estética.
Como señala Yeung en su estudio: «El hogar es a menudo la mayor inversión para la mayoría de los hogares, por lo que tiene sentido que también sea una inversión en salud».
Inversión en calidad y bienestar
Quizás la mayor enseñanza de estos últimos cinco años ha sido reconsiderar nuestra relación con el hogar. Hemos aprendido a priorizar nuestro bienestar en el espacio más íntimo e invertir en él a través de mobiliario de calidad, diseños ergonómicos y espacios multifuncionales que responden a nuestras diversas necesidades.
Como afirma el Global Wellness Institute, «la salud es la nueva riqueza”.
Más allá de la estética, la pandemia enseñó a valorar la funcionalidad, el confort y el bienestar en cada rincón del hogar. La arquitectura y el diseño al servicio de una vida más equilibrada y plena.
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