El gobierno de Venezuela, a través del canciller Yván Gil, acusó este sábado al Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDH) de haberse convertido en un organismo que sigue los «intereses de Washington», llamando a «recuperar este espacio» para que sea «inclusivo y transparente».
En un mensaje publicado a través de Telegram, Gil afirmó que el Consejo, creado hace 19 años, enfrenta actualmente los mismos problemas que su predecesora, la Comisión de Derechos Humanos, la cual fue criticada por su falta de efectividad y por permitir la participación de países con historiales cuestionables en materia de derechos humanos.
Gil subrayó que el Consejo de Derechos Humanos, lejos de haber cumplido con su misión de ser un foro inclusivo y transparente, ha sido secuestrado por los intereses de Washington.
El Consejo de Derechos Humanos, compuesto por 47 Estados miembros con mandatos rotativos de tres años, es responsable de crear y renovar comisiones de investigación sobre violaciones de derechos humanos en distintos países.
Críticas a las misiones
Sin embargo, Venezuela ha cuestionado la imparcialidad de este organismo, especialmente desde la creación en 2019 de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos, encargada de investigar abusos y violaciones de los derechos humanos en el país.
En octubre del 2024, Venezuela rechazó la prórroga de dos años de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos de la ONU.
Esta misión, en sus informes anteriores, ha denunciado que el gobierno venezolano aplicó “la modalidad más dura y violenta de su maquinaria de represión”, especialmente en el contexto de las elecciones presidenciales de julio de 2024, en las que Maduro fue proclamado ganador por el Consejo Nacional Electoral, un organismo controlado por rectores cercanos al chavismo.
La oposición, por su parte, acusó al gobierno de fraude, lo que fue respaldado en parte por informes internacionales, que señalan posibles violaciones a los derechos humanos y la falta de transparencia.
Un panorama de tensiones internacionales
Las críticas de Venezuela hacia el Consejo de Derechos Humanos no son nuevas, pero se enmarcan en un contexto de tensiones más amplias sobre la relación entre los derechos humanos y la soberanía nacional.
Desde su creación en 2006, el Consejo ha sido señalado por algunos Estados como un organismo politizado, que en ocasiones prioriza los intereses de las potencias más influyentes en lugar de enfocarse en su mandato.
En su declaración, Yván Gil destacó que el Consejo, al igual que su predecesora, ha perdido credibilidad al permitir que intereses externos definan su agenda. «El Consejo fue creado para superar las fallas de la Comisión de Derechos Humanos, pero hoy ha caído en los mismos errores», afirmó.