Fuga en el Cuartel San Carlos: el escape de película que sacudió a Venezuela #15Mar

-

- Publicidad -

El lunes 6 de febrero de 1967, las emisoras de radio y televisión de Venezuela anunciaron la impactante fuga, a través de un túnel, de tres importantes líderes comunistas 

Caracas, martes 7 de febrero de 1967. La edición matutina de Últimas Noticias estremeció a Venezuela con un titular en mayúsculas: 

- Publicidad -

“POMPEYO MÁRQUEZ, GARCÍA PONCE Y TEODORO PETKOFF FUGADOS DEL SAN CARLOS”

El país despertó con una noticia que parecía sacada de una novela de espionaje o de una película de Hollywood: tres de los más importantes líderes comunistas habían logrado burlar los estrictos controles de seguridad y escapar del temido Cuartel San Carlos, la prisión militar de máxima seguridad donde el gobierno de Raúl Leoni mantenía a los principales dirigentes de la izquierda radical.

Las primeras informaciones señalaban que la fuga se había ejecutado la madrugada del 6 de febrero, lunes de Carnaval, a través de un túnel de 60 metros de largo, cavado desde una bodega situada frente al cuartel, en la esquina de Jabonería y Macuro. 

La audaz operación de fuga, que requirió meses de planificación, fue financiada y apoyada por una extensa red de militantes de izquierda, algunos de los cuales serían detenidos posteriormente. 

La inteligencia militar y la DIGEPOL (Dirección General de Policía) pusieron en marcha un operativo nacional para recapturar a los fugitivos y desmantelar la estructura clandestina que los ayudó a burlar la vigilancia del principal centro de detención de la insurgencia comunista en Venezuela.

Persecución inmediata

La noticia corrió como pólvora y la respuesta del Gobierno fue inmediata. El presidente Raúl Leoni, visiblemente molesto, declaró ante la prensa: 

“No descansaremos hasta encontrar a estos elementos subversivos y a todos aquellos que los han ayudado en su huida.”

El gobierno activó operativos de búsqueda en todo el país, aumentando la vigilancia en carreteras, aeropuertos y puertos. La DIGEIPOL y el SIFA (Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas) iniciaron allanamientos en casas de militantes del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), en un intento desesperado por localizar a los fugados.

El presidente Raúl Leoni, en un discurso transmitido por radio y televisión, calificó la fuga como “un atentado contra el orden democrático”. 

“Esta acción demuestra que aún existen sectores que quieren imponer la violencia sobre la voluntad del pueblo venezolano, pero nuestra democracia no se verá doblegada”, declaró Leoni ante el Congreso Nacional, donde la oposición y el oficialismo debatieron acaloradamente sobre las fallas de seguridad en el Cuartel San Carlos.

La fuga en primera plana

En los principales periódicos de la época la noticia dominaba los titulares y destacaban el suceso:

• “Pompeyo Márquez, Petkoff y García Ponce burlan la seguridad del San Carlos” – Últimas Noticias

• “Alta tensión en el gobierno tras espectacular fuga de jefes comunistas” – El Nacional 

• “¡Insólito! Fuga de los comunistas del San Carlos: se teme un nuevo plan subversivo” – El Nacional

• “Cuerpos de seguridad en alerta máxima tras huida de insurgentes” – El Universal

• “¿Dónde están los fugados? Autoridades en máxima alerta” – La Esfera

• “Túnel bajo el San Carlos: la fuga mejor planificada del siglo” – El Mundo

Detenidos y acusados de conspiración

Conforme avanzaba la investigación, la policía comenzó a detener a varios sospechosos de haber facilitado la fuga. Entre ellos, destacaban Eleazar Díaz Rangel, García Ravelo, Raquel Reyes, Justo Rafael Galíndez e Iván Márquez, acusados de haber participado en la excavación del túnel y en la logística de escape.

El 16 de enero de 1964, Últimas Noticias había anunciado la captura de Pompeyo Márquez en su primera página, años antes de su fuga. Ahora, con su escape de 1967, las autoridades intensificaron los operativos para evitar que los fugitivos se integraran a la guerrilla en las montañas.

Túnel hacia la libertad

El túnel, cuya edificación fue una compleja tarea que tomó tres años de construcción, nació de la iniciativa de Guillermo García Ponce, quien, desde la prisión, supervisó meticulosamente cada detalle del plan de escape. 

El primer paso fue encontrar una propiedad cercana a la fortaleza militar, tarea que se llevó a cabo a través de anuncios en la prensa. Una vez identificado el lugar adecuado, se recurrió a Simón Neheme Chachini, un árabe militante revolucionario, para que comprara el local y estableciera la bodega «San Simón».

Con la fachada de un negocio legítimo, la construcción del túnel avanzó cuidadosamente. Se preparó una tapa camuflada en el piso de la bodega, debajo de la cual se excavó un hueco que fue iluminado y ventilado eléctricamente. Para evitar sospechas, la bodega operaba con normalidad, por lo que, en caso de inspecciones —que ocurrieron en varias ocasiones—, todo parecía estar en regla.

La tierra extraída del túnel se sacaba en bolsas casi a diario y era arrojada a las márgenes del río Guaire, trasladada discretamente en la camioneta de Simón. La excavación se realizó varios metros bajo la calle, a una profundidad suficiente para sortear los muros de la prisión. Un factor crítico fue el tanque de guerra que las autoridades militares estacionaban cada noche sobre la vía, cuyo peso debía ser considerado cuidadosamente en los cálculos estructurales. Un ingeniero a fin con la izquierda diseñó el apuntalamiento adecuado para garantizar que el túnel resistiera la presión.

Finalmente, el túnel llegó hasta la base del calabozo donde se encontraban Pompeyo Márquez, García Ponce y Teodoro Petkoff. Con la ayuda de un gato hidráulico, se rompió el piso y, uno a uno, comenzaron a salir, cruzaron el túnel y llegaron a la bodega. Allí, fueron ocultados en la parte trasera de la camioneta de Simón, cubiertos por una lona y cajas de vegetales. Con la puerta abierta, el árabe emprendió la huida con los fugitivos, mientras Nelson López y Dimas Negrín cerraban cuidadosamente la entrada del túnel y salían discretamente, caminando.

La fuga, aunque exitosa, tuvo sus consecuencias. Nelson López fue descubierto meses después y murió acribillado por las fuerzas del gobierno de Raúl Leoni el 1 de noviembre de 1967, en la redoma de Prados del Este. Simón Neheme Chachini logró exiliarse en la URSS, donde vivió por un largo tiempo hasta su fallecimiento, sin volver jamás a Venezuela. Dimas Negrín, continuó con las ideas revolucionarias y se enfiló en el Partido Socialista Unido de Venezuela.

La periodista María Luisa Páez, del Diario El Nacional, quien logró acceder al túnel utilizado para la evasión, informó que este fue “construido con la ayuda de ingenieros y geólogos, está expertamente apuntalado y tiene instalación de alumbrado eléctrico en sus 60 metros de extensión. Tiene 70 centímetros de alto”. Además, añadió que “a la entrada, tiene una altura de 4.20 metros. Su ancho no permite el paso más que de una persona por turno. Para su construcción se emplearon instrumentos de precisión, tales como teodolitos, brújulas y, para su sustentación, se usaron gatos hidráulicos y prensas. Fue recorrido por los fugitivos el domingo en la noche entre las 8 y 15 y las 8 y 20 pm”.

Fueron recapturados 

El escape de los tres dirigentes no duró mucho. Teodoro Petkoff fue capturado el 16 de agosto de 1967, apenas seis meses después de su fuga. Pompeyo Márquez cayó en manos de la policía en 1969 y Guillermo García Ponce fue el último en ser recapturado, siendo encarcelado nuevamente en los años siguientes.

Las condiciones de su detención cambiaron con el tiempo, especialmente cuando Rafael Caldera asumió la Presidencia de la República en 1969 e implementó la política de pacificación, que permitió la reinserción de muchos militantes de izquierda en la vida política.

Pompeyo Márquez, Teodoro Petkoff y Guillermo García Ponce

Futuro de los evadidos

La fuga del San Carlos fue un hito en la historia de la insurgencia venezolana, en un momento en que las guerrillas, lideradas por el Partido Comunista y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), intentaban desestabilizar al gobierno con ataques en zonas rurales y urbanas. Sin embargo, para 1969, la lucha armada comenzó a perder apoyo, lo que llevó a varios de sus líderes a optar por la vía electoral.

Curiosamente, los tres protagonistas de la fuga se convertirían con el tiempo en figuras fundamentales de la política democrática venezolana. Teodoro Petkoff evolucionó hacia una postura socialdemócrata y fundó el Movimiento al Socialismo (MAS) el 19 de enero de 1971. También se desempeñó como ministro de la Oficina Central de Coordinación y Planificación (Cordiplan) desde 1996 a 1999, en la presidencia de Caldera. Con el paso de los años, se convirtió en un agudo crítico del gobierno del presidente Hugo Chávez y fundó el diario Tal Cual (2000). Pompeyo Márquez también dejó la lucha armada y se incorporó a la vida política siendo electo Senador al Congreso por Distrito Federal para el período 1959-1962 y Ministro de Estado para Asuntos Fronterizos de Venezuela durante el gobierno de Caldera 1994-99; mientras que Guillermo García Ponce terminó alineado con el chavismo en sus últimos años. Fue miembro de la Asamblea Nacional Constituyente que redactó la Constitución aprobada en 1999. En septiembre de 2003 fundó el Diario VEA, periódico del gobierno que aún existe y recibió -post mórtem- por parte del entonces presidente Chávez el Gran Cordón de la Orden del Libertador en su Primera Clase. 

El escape del Cuartel San Carlos no solo fue una de las fugas más impactantes de la historia venezolana, sino que también marcó un punto de inflexión en la lucha entre el Estado y la insurgencia comunista. Lo que en 1967 parecía un golpe de audacia contra el sistema, con los años se transformó en una anécdota clave en la evolución de la izquierda venezolana hacia la participación democrática.

El tiempo demostraría que la vía de las armas no era el camino, y los mismos hombres que escaparon del Cuartel San Carlos terminarían protagonizando el debate político en el seno de la democracia que una vez desafiaron.

Luis Alberto Perozo Padua
Periodista especializado en crónicas históricas
[email protected]
En las redes sociales: @LuisPerozoPadua

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

#PulsoEmpresarial Albóndigas en Salsa de Chorizo picante

El 9 de marzo, el mundo gastronómico se rindió ante la albóndiga, esa pequeña esfera de sabor que ha conquistado paladares de todas las culturas y que sin duda alguna se ha convertido en una de las recetas favoritas del mundo.
- Publicidad -
- Publicidad -