En el primer trimestre del 2025, el sector comercial del estado Lara ha manifestado una creciente preocupación debido al bajo movimiento económico que ha impactado negativamente las ventas. La incertidumbre financiera y la variación constante en el precio del dólar han generado una presión adicional sobre los comerciantes, quienes buscan alternativas para mantenerse a flote en un mercado cada vez más inestable.
Los comerciantes locales han expresado que la situación económica se ha vuelto difícil, caracterizada por jornadas con ventas impredecibles, algunas positivas y otras marcadas por la baja afluencia de compradores. A esto se suma el impacto de la inflación y la falta de acceso a financiamiento bancario, lo que complica aún más la operatividad de los negocios.
Factores que afectan la estabilidad del sector
Uno de los principales problemas que enfrentan los comerciantes es la continua fluctuación del dólar, que los obliga a ajustar sus precios constantemente, afectando la capacidad de planificación y estabilidad de los negocios. Ante la falta de financiamiento por parte del sector bancario, muchos propietarios han optado por cerrar sus establecimientos al no poder sostener los costos operativos.
Esta situación ya había sido anticipada por la Cámara de Comercio del Estado Lara, que recientemente presentó un estudio sobre la fluctuación de precios en los productos de la canasta básica alimentaria. El informe reveló que, en un período de ocho semanas, los precios de estos artículos aumentaron en un 7%.
El presidente de la Cámara de Comercio de Lara, José Vicente Ríos, explicó que la caída en las ventas también está vinculada a cambios en el comportamiento de los consumidores. «Lo primero que tenemos que analizar, y creo que lo mencioné en la rueda de prensa anterior, es que el 75% de los consumidores venezolanos, desde el mes de agosto, han comenzado a comprar en negocios formales», indicó Ríos.
Perspectivas para el sector comercial
Ante este panorama, los comerciantes esperan que se tomen medidas que contribuyan a mejorar la estabilidad del sector, incluyendo políticas económicas que permitan el acceso a financiamiento y estrategias que reduzcan la volatilidad en los precios.
Mientras tanto, el sector sigue buscando maneras de adaptarse a la incertidumbre, con la esperanza de una recuperación que les permita continuar operando y generando empleo en la región.