Nicolás Maduro aseguró este sábado que la decisión del gobierno de Estados Unidos de ponerle fin a la licencia que permitía a la petrolera Chevron operar en Venezuela afectó los vuelos de deportaciones de migrantes venezolanos.
«Ahora tenemos un problemita ahí, porque con eso que ellos hicieron han dañado las comunicaciones que habíamos abierto, y a mí me interesaban las comunicaciones que habíamos abierto, porque yo me quería traer a todos los venezolanos que tienen presos y perseguidos injustamente solo por ser migrantes», dijo Maduro en un acto por el Día Internacional de la Mujer transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).
Indicó que esa decisión tomada por la administración de Donald Trump «afectó los viajes» que Venezuela tenía programados con aviones de la estatal Conviasa para traer a los migrantes.
«Allí el imperialismo tomó unas decisiones y se dieron un tiro en el pie ellos mismos, sancionaron a una empresa estadounidense, Chevron, que tiene 100 años aquí trabajando», manifestó.
Maduro añadió que no tiene problema con que la petrolera estadounidense siga trabajando en Venezuela e invitó a «todo el que quiera» invertir en el país.
El martes, Trump puso fin a la licencia de Chevron en Venezuela y le dio un mes, hasta el 3 de abril, para salir del país, después de que el mandatario estadounidense criticara a Maduro por no acelerar las deportaciones de indocumentados en EE UU tan rápido como esperaba.
En total, 366 venezolanos fueron repatriados a Venezuela desde Estados Unidos en tres vuelos en febrero. El 24 de febrero llegó a Caracas otro vuelo con 242 deportados procedente de México, incluyendo mujeres y niños, en virtud de un acuerdo con ese país.