El Consejo Superior de la Judicatura de Colombia ha ordenado una revisión a fondo de los casos vinculados con el Tren de Aragua, la organización criminal de origen venezolano que ha sembrado el terror en Bogotá y otras regiones del país.
Como parte de una estrategia para pacificar la capital colombiana, se han creado 1.664 “casos transitorios” con el objetivo de agilizar las resoluciones judiciales en expedientes de alta prioridad, incluyendo corrupción y narcotráfico.
Prioridad en delitos graves
Las autoridades han señalado que el enfoque principal es acelerar la emisión de sentencias en casos que involucren asesinatos selectivos, torturas, descuartizamientos y secuestros cometidos por esta organización.
El Tren de Aragua se disputa el control de Bogotá con otras bandas como “Los Satanás”, lo que ha generado un aumento alarmante de la violencia en la ciudad. Comerciantes y ciudadanos han denunciado constantes extorsiones y amenazas de muerte, lo que ha llevado al Concejo de Bogotá a calificar a la organización como un factor desestabilizador clave en la crisis de seguridad.
Captura de líderes y sobrecarga judicial
En el marco de operativos de alto impacto, las fuerzas de seguridad colombianas han detenido a varios cabecillas del Tren de Aragua, entre ellos:
- Bernardo Enrique Atencio Padilla, alias “Chocolate”.
- Johan Michael García Rojas, alias “Gallina”, considerado el tercer líder de la organización a nivel internacional.
- Jeison Alexander Lorca Salazar, alias “Jeison Comino”, segundo cabecilla de la banda en Colombia.
Además de estos altos mandos, han sido capturados numerosos miembros de menor rango, lo que ha generado un retraso en los procesos judiciales debido al gran número de expedientes abiertos.
Las principales acusaciones contra los miembros del Tren de Aragua incluyen tráfico de migrantes, homicidios, tráfico de armas, venta de estupefacientes y extorsión.
Un paso clave en la lucha contra el crimen organizado
La decisión del Consejo Superior de la Judicatura representa un endurecimiento de la estrategia judicial contra el Tren de Aragua y otras organizaciones criminales. La aceleración de los procesos busca imponer condenas firmes y disuadir la expansión del crimen organizado, en un esfuerzo por devolver la seguridad a las calles de Bogotá y otras ciudades colombianas.