En un momento histórico para Venezuela, la canonización del doctor José Gregorio Hernández llega como un faro de esperanza en medio de la adversidad. Su elevación a los altares se presenta como un mensaje divino de consuelo y fortaleza para un pueblo que ha depositado su fe en el poder de la oración y la intercesión.
En esta edición especial de Click Dominical, nos sumergimos en la vida del Siervo de Dios, explorando las facetas de un hombre cuya santidad trascendió los límites de su tiempo. Su ejemplo de entrega al prójimo, su vocación de servicio y su profunda fe lo convierten en un modelo a seguir para los venezolanos.
José Gregorio Hernández: El Rostro de la Sabiduría
El doctor José Gregorio Hernández, de figura esbelta y estatura modesta (alrededor de 1.60 metros), poseía una piel blanca curtida por el sol y unos ojos oscuros que, junto a su cabello del mismo tono, irradiaban una profunda confianza. Sus labios delgados, nariz perfilada y frente amplia complementaban un rostro que reflejaba sabiduría y serenidad. Su presencia era imponente, no solo por su pulcritud y elegancia, sino también por su lenguaje refinado y su vasta erudición, fruto de una mente reflexiva y profunda.
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Un médico con vocación religiosa
Desde su juventud, el doctor José Gregorio Hernández demostró una profunda vocación religiosa, inclinándose hacia la vida contemplativa. Este llamado lo llevó a ingresar a la Orden de San Bruno el 16 de junio de 1908, día de la Virgen del Carmen, en la Cartuja de Farneta, Italia. Sin embargo, su delicada salud le impidió continuar, y regresó el 21 de abril de 1909. Previamente, en 1899, se había unido a la Orden Franciscana Seglar en la parroquia de Las Mercedes en Caracas.
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Un hombre de ciencia y virtud
El doctor José Gregorio Hernández fue un hombre de notables cualidades. Destacaba por su elegancia, método y organización, así como por su sobriedad, escepticismo y reserva. Era una persona equilibrada, reflexiva, ecuánime y sensible, con una voz suave pero firme. Siempre se mantuvo al día con los avances científicos de su época. Además, poseía un espíritu conciliador, que demostró en la polémica con el doctor Razetti. Ante la exigencia de Razetti de que los catedráticos de anatomía enseñaran la ciencia de la evolución según la doctrina de la descendencia, Hernández respondió con precisión y veracidad científica.
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La verdad tras la muerte del Siervo de Dios
La muerte del doctor José Gregorio Hernández ha sido objeto de debate durante mucho tiempo. Contrario a la creencia popular de que fue atropellado por un vehículo, investigaciones realizadas por el periodista José Emilio Castellanos revelan una versión diferente de los hechos. Según el expediente número 32, el incidente ocurrió en la zona de La Pastora, donde coincidieron el tranvía y el vehículo conducido por Fernando Bustamante. La visibilidad era limitada y el vehículo golpeó al doctor Hernández con el guardafango derecho. A pesar del impacto, el médico intentó mantener el equilibrio, pero cayó de espaldas, golpeándose fatalmente la cabeza con el borde de la acera y falleció debido a la fractura craneal.
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El verdadero rostro del beato
En una entrevista realizada en 2021, el cardenal Baltazar Porras, administrador de la Arquidiócesis de Caracas, compartió con el periodista Nelson Bocaranda una fotografía inédita que revela el verdadero rostro del doctor José Gregorio Hernández. Esta imagen ha sido clave para el diseño de una nueva representación del beato. Según el padre Pedro Terán, líder del equipo encargado del proyecto, la figura mostrará a José Gregorio Hernández de pie, vestido con una camisa blanca y traje negro, con la mano derecha extendida sosteniendo un frasco de medicina y un rosario en la izquierda.
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