A casi un año de su refugio en la embajada argentina en Caracas, cinco dirigentes de la oposición venezolana continúan en condiciones extremas y sin respuestas diplomáticas que garanticen su salida segura. Magallí Meda, jefa de campaña de María Corina Machado, ha denunciado el asedio constante por parte del Gobierno de Nicolás Maduro y la crítica situación que enfrentan dentro de la sede diplomática.
Desde hace más de tres meses, la embajada permanece sin suministro eléctrico tras el retiro forzado de sus fusibles. La falta de agua es otra de las dificultades diarias: mientras las embajadas cercanas de Rusia y Corea reciben abastecimiento constante, el grupo opositor recibe agua cada 12 o 15 días, con limitaciones de tiempo y cantidad.
Sobrevivencia en condiciones extremas
En una entrevista con La Nación, Meda relató las dificultades para conservar alimentos, ya que no cuentan con refrigeración y se ven obligados a subsistir con arroz, pasta, enlatados y lo poco que pueden mantener frío con bolsas de hielo.
“Cada vez la situación se complica más. Llevamos 344 días refugiados y 96 días sin electricidad. La planta que nos permitía encender algunas luces se dañó hace más de una semana. No tenemos agua suficiente ni para lo básico. El hedor en la casa es insoportable, por mucho que intentemos limpiar”, denunció.
Ante la falta de energía, los opositores recurren a un pequeño panel solar incorporado en un ventilador portátil para cargar sus celulares y mantener comunicación con el exterior.
“El atropello a la diplomacia es dantesco”
Meda subrayó que la represión del régimen de Maduro ha alcanzado incluso la esfera diplomática, violando principios fundamentales de asilo establecidos en la Convención de Caracas de 1954.
“El acoso es constante, nos rodean hombres armados y encapuchados que amenazan. No nos permiten abastecernos, mientras que otras embajadas cercanas tienen todos los servicios. Nadie quiere hablar del tema, pero esto es una violación flagrante de los derechos de los asilados”, afirmó.
Un llamado urgente a la comunidad internacional
Desde su encierro forzado, Meda hizo un llamado a Brasil y a otros países para que intervengan y gestionen una solución antes de que la situación empeore.
“No pueden seguir jugando a la democracia cuando estás tratando con un régimen criminal. La comunidad internacional debe actuar antes de que ocurra una tragedia”, advirtió.
A pesar de la difícil situación, los asilados se mantienen firmes en su resistencia, aferrados a la esperanza de encontrar una salida segura mientras el mundo sigue de cerca su caso.