Harold Barrera, William Flórez, Julio Díaz y Alejandro Díaz, estudiantes de Ingeniería de Sistemas de la Universidad de San Buenaventura (USB) en Bogotá, han desarrollado SingChat, una innovadora aplicación móvil que promete transformar la comunicación en tiempo real para la comunidad sordomuda en Colombia.
De acuerdo una publicación de El Nacional, SingChat es la primera aplicación de este tipo en Colombia. El profesor Yamil Buenaño, investigador de la Facultad de Ingeniería de la USB, indicó que esta propuesta surgió como un proyecto de clase dentro del semillero de investigación TecnoSoft y fue posteriormente adscrita al grupo Solsytec de la USB.
En la nota publicada señalan que la aplicación incorpora un teclado con el alfabeto del lenguaje de señas y ofrece opciones para ajustar el tamaño del texto y los contrastes, facilitando su uso a personas con baja visión. Además, permite la interacción entre dispositivos móviles y sistemas de mensajería web a través de un plugin.
Precisan que SingChat ofrece a los usuarios la opción de comunicarse mediante lenguaje de señas o en español textual. Al seleccionar lenguaje de señas, se activa el teclado especial, mientras que la opción de texto utiliza un teclado alfabético tradicional.
El objetivo principal de SingChat, según la publicación, es fomentar la inclusión de personas con discapacidades auditivas y vocales, facilitando su comunicación y participación en la sociedad.
«Desarrollamos un nuevo e innovador recurso que les permitirá a quienes son sordomudos comunicarse con mayor facilidad y, lo más importante, insertarse de una mejor manera en la sociedad a través de la tecnología, derrumbando todas las barreras que les ha impuesto la discriminación», afirma el investigador.
«Esta aplicación se trata de poder hacer comunicación interactiva entre las personas que están en estos momentos con condición de sordos y personas oyentes. La idea es poder hacer una comunicación interactiva, donde ellos puedan participar en una clase, precisamente, están hablando de la academia y el profesor puede interactuar con ellos directamente, independientemente de la condición en que se encuentren», concluye Buenaño.