Preso político murió tras ser excarcelado de Tocorón con complicaciones severas de salud #20Feb

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Trabajo de www.talcualdigital.com

El Comité por la Libertad de los Presos Políticos señaló que han registrado varios casos de personas excarceladas que presentan enfermedades como secuelas de las condiciones de reclusión. En Carabobo murió a principios de febrero un joven de 28 años de edad que salió el pasado 4 de enero de Tocorón: su familia denuncia que tenía dengue, hematomas en el cuerpo y una fisura

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El pasado 4 de febrero falleció Yorman David León, un joven de 28 años de edad que fue detenido el pasado 29 de julio en Naguanagua, estado Carabobo, cuando se dirigía a echar gasolina en su carro. Recorrió tres sitios de reclusión distintos hasta el pasado mes de enero, cuando fue puesto en libertad condicional bajo régimen de presentación cada 15 días.

Pero no pudo acudir, su salud se comprometió por la falta de atención médica, las torturas y las condiciones de reclusión. Su papá, Rafael León, declaró con temor a sufrir persecución. «Es suficiente con el dolor de la pérdida de mi muchacho».

Dijo que su hijo gozaba de buena salud, pero cuando fue excarcelado percibió una persona completamente distinta: callado, distante y reprimido.

Diego Casanova, quien forma parte del Comité por la Libertad de los Presos Políticos, aseguró que gran parte de los detenidos actualmente presentan enfermedades como secuelas del encarcelamiento, entre ellas, afecciones intestinales, renales e hipertensión, que son las más comunes.

Asimismo dijo que en el caso de excarcelados padecen de ansiedad y ataques de pánico, por lo cual sus familiares no solo tienen que lidiar con todo lo que implica recuperar sus estados de salud, sino también llevarlos a terapia para que superen lo que vivieron en reclusión.

León cuenta que en los días posteriores a la excarcelación evitó hablar con su hijo de lo que vivió en las tres cárceles donde estuvo, pese a que no existía ninguna prueba que lo involucrara en los supuestos delitos de terrorismo, traición a la patria y asociación para delinquir que le imputaron.

Detención arbitraria

Yorman David iba acompañado de su primo para surtir gasolina, pero ni siquiera llegaron a alcanzar la estación de servicio. Fueron interceptados por efectivos de seguridad que le revisaron el carro y pidieron sus celulares, pero ninguno tenía. Los trasladaron al Fuerte Paramacay, en Naguanagua, donde estuvieron varios días incomunicados y sin visitas.

Después fue trasladado al centro de detención preventiva de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en Los Guayos. En ese momento aún se encontraba bien de salud. Sus familiares lo veían todos los días y le llevaban comida y agua. Allí duró dos meses y, en ese tiempo, mantenían la esperanza de que el infierno que estaban viviendo acabaría pronto.

«Una vez me dijo: ‘tranquilo que nosotros vamos a salir porque somos inocentes. A nosotros nos agarraron haciendo nada’», contó su padre, de 63 años de edad.

Aseguró que todo se complicó cuando su hijo fue trasladado en octubre pasado a la cárcel de Tocorón, en el estado Aragua. Allí las visitas eran cada 15 días y padecía condiciones de reclusión inhumanas, con hacinamiento, sin derecho al agua potable y consumiendo comida en mal estado.

El 4 de enero fue excarcelado junto a un grupo de 94 presos en Tocorón, pero su condición de salud estaba grave. Llegó a su casa padeciendo una fiebre, por lo cual lo llevaron al médico e hicieron chequeos. Le diagnosticaron dengue, tenía el estómago obstruido, hematomas en el cuerpo y una fisura. Esto último posiblemente consecuencia de golpes y tortura que recibió en reclusión.

Entre los estudios y las diligencias en tribunales, su salud empeoró.

«Le mandaron a hacer una endoscopia porque no le pasaba la comida. El estómago como que se les desgasta, pero no dio chance de hacer nada. Nos dijeron que venía con un dengue. La noche que falleció me dijo que le daban comida picante y agua en mal estado, la filtraban con tapabocas», contó su padre.

Miedo e impunidad

La familia de Yorman guarda silencio sobre su muerte. Temen ser perseguidos por retaliación al hacer algún tipo de denuncia. Aunque su papá cree que lo que vivió su hijo y su duelo es injusto, no tiene entre sus planes denunciar. Su temor a vivir otra pesadilla es más grande.

«Usted se imagina la cantidad (de casos) que hay. Mire no es nada más el de nosotros. Como hace uno para denunciar si no tienen ninguna validez. Para mí esto es injusto, que uno tenga que vivir esto, que mi muchacho haya sido detenido injustamente», expresó.

De acuerdo con el Comité por la Libertad de los Presos Políticos, las últimas excarcelaciones que se han ejecutado este año responden a complicaciones de salud.

En enero eran más de 200 presos políticos que requerían atención médica urgente. La cifra ha bajado porque una parte de ellos fueron puestos en libertad con medidas cautelares.

Otros casos de Tocorón

Un familiar de Carlos Camacho, paciente renal detenido en los días posteriores a las elecciones del 28 de julio, contó que debido a la falta de atención médica en los meses que pasó encarcelado en Tocorón, empeoró su salud. Médicos le diagnosticaron desprendimiento de un riñón.

Dijo que actualmente padece microlitiasis (cálculos) renal bilateral, hematuria (presencia de sangre en la orina) y colonopatía inflamatoria. Necesita medicamentos y atención especializada, pero su familia no tiene los recursos. Recurrieron a las redes sociales para pedir ayuda, aunque no ha sido efectiva.

En una rueda de prensa, el ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, ironizó con las denuncias que hacen familiares sobre la salud de los presos políticos. «Ayer fue capturado uno (Luis Somaza), mañana lo enferman y dicen que es un niño de pecho», dijo el pasado 14 de febrero.

Casanova aseguró que la condición de salud de los presos políticos se deteriora porque muchos entran con patologías, pero las condiciones de reclusión, la falta de atención médica, el maltrato, la mala alimentación y la falta de hidratación ocasiona daños.

El periodista Víctor Ugas, detenido por un incidente en un restaurante en Caracas con un creador de contenido adepto al oficialismo, tuvo que ser hospitalizado entre el 4 y el 6 de febrero debido a complicaciones con el asma que padece, como consecuencia de factores ambientales que se han presentado en la cárcel de Tocorón, centro de detención donde se encuentra.

La madre de Ugas, Yris Azócar, dijo a Espacio Público que el periodista estuvo hospitalizado y recibió tratamiento en el mismo centro de reclusión. Afirmó que Ugas padece de episodios asmáticos muy graves que lo obligan a estar en ambientes controlados, con condiciones óptimas.

Atención urgente

Tal es la magnitud de la situación de salud de los presos políticos que se ha permitido a la Cruz Roja hacer jornadas de atención médica en los centros penales en las últimas semanas. Tras estas visitas, quienes presentan un estado grave obtienen una medida sustitutiva. Según el Ministerio Público, hasta el 25 de enero se excarcelaron a 1.896 personas.

Uno de estos casos es el de un joven que antes de ser detenido había sido intervenido quirúrgicamente para introducirle unos clavos en el hueso de la pierna, debido a una fractura. Durante la reclusión no tuvo el cuidado adecuado y eso le generó una fuerte infección que padece actualmente.

Además, corre el riesgo de que le amputen la pierna. Su familia está recolectando dinero para volver a operarlo, ya que requiere con urgencia retirar la soldadura y volver a colocarle otros clavos.

Por esta razón, familiares han exigido que les permitan atención médica a tiempo y sean juzgados con fiel apego a sus derechos y preceptos que establecen las leyes sobre el proceso penal. Han acudido en varias oportunidades a la Defensoría del Pueblo y al Ministerio Público para pedir que sean puestos en libertad y atendidos por especialistas, sin embargo, las excarcelaciones se han producido a cuentagotas. Según el Foro Penal más de 1.194 personas se encuentran detenidas por razones políticas en Venezuela.

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