El ministro británico de Asuntos Exteriores, David Lammy, expresó durante una mesa redonda sobre Ucrania en la Conferencia de Seguridad de Múnich, Alemania, que una rendición de Ucrania impulsaría las ambiciones imperiales de otros líderes, como Nicolás Maduro.
Lammy planteó esta tarde que la solución está en la vigente negociación, pero que la pregunta es “en qué términos y cuáles son las garantías de protección que aseguran que Putin no vuelva por más y que tengamos una paz duradera”.
“(El presidente ruso, Vladimir) Putin no ha mostrado ningún deseo de negociar más que para ver una capitulación de nuestro colega ucraniano (Volodimir Zelensky), que es algo que no podemos tolerar. Y tampoco pueden tolerarlo nuestros colegas estadounidenses porque enviaría un mensaje a otros, digamos a Maduro (…) para tratar de tener sus ambiciones imperiales”, dijo el político laborista.
Una rendición de Ucrania sería «intolerable»
Lammy dijo el sábado que una rendición de Ucrania en las negociaciones de fin de la guerra con Rusia sería “intolerable” porque impulsaría a otros líderes, como Nicolás Maduro, a llevar a cabo sus aspiraciones imperialistas.
El ministro señaló los antecedentes del mandatario ruso como agente de la KGB (servicio secreto de la Unión Soviética). “Es un hombre de engaños y al negociar con él hay que entender eso y tenerlo en cuenta”, enfatizó y añadió que deben tomarse en serio sus “ambiciones imperialistas”.
El jefe de la diplomacia británica también planteó interrogantes sobre la eficacia de los acuerdos de paz anteriores, como el protocolo de Minsk tras la guerra del Dombás en 2015, que, según él, había sido ignorado por Rusia en numerosas ocasiones. “¿Qué es lo que frena a Rusia a romper esas garantías?”, se preguntó retóricamente, sugiriendo que cualquier solución futura debe basarse en condiciones más robustas y efectivas.
“Esta vez se debe implementar algo que funcione. Por eso creemos que es importante mantener en la mesa un camino irreversible (de Ucrania) hacia la OTAN”, añadió.
Invasión de Ucrania
Lammy también recordó que fueron el Reino Unido y Estados Unidos, gracias a la capacidad de su inteligencia compartida, los que presentaron los hechos “que muchos decían que no podía pasar”: que Putin estaba a punto de invadir Ucrania.
Asimismo, destacó la capacidad “militar, humanitaria y económica” proporcionada como una alianza transatlántica a Ucrania para hacer frente a la guerra, así como “la valentía, el coraje y la innovación en capacidad de drones” del pueblo ucraniano.