Transparencia Internacional (TI) publicó su más reciente Índice de Percepción de la Corrupción (IPC), en el que Venezuela figura nuevamente entre los países con mayor nivel de corrupción en el mundo. Con una puntuación de 10 sobre 100, el país sudamericano se ubicó entre las tres naciones con peor clasificación, junto a Sudán del Sur y Somalia.
El informe de TI destaca que, a nivel global, la lucha contra la corrupción en el sector público se mantiene en niveles extremadamente elevados, con pocos avances en su mitigación. La persistente corrupción en Venezuela sigue afectando gravemente sus instituciones y su desarrollo económico, intensificando la crisis política y social que atraviesa el país.
Según el reporte, la corrupción en Venezuela también repercute en la capacidad de enfrentar desafíos globales como el cambio climático. La malversación de fondos y la falta de transparencia en la gestión pública han dificultado la implementación de políticas ambientales efectivas, lo que coloca al país en una posición vulnerable frente a la crisis climática.
A nivel global, el promedio del IPC se mantuvo sin cambios en 43 puntos sobre 100, una cifra que se ha repetido durante los últimos trece años. Dinamarca, Finlandia y Singapur encabezan el ranking como las naciones con menor percepción de corrupción, mientras que en el extremo opuesto figuran países con conflictos prolongados, como Venezuela.
Propuestas de reformas en derechos
El presidente de TI, François Valérian, instó a los gobiernos a tomar medidas concretas para combatir la corrupción. «Las tendencias peligrosas que se reflejan en el Índice de Percepción de la Corrupción de este año destacan la necesidad urgente de implementar reformas que fortalezcan la transparencia y el Estado de Derecho», señaló.
En la región latinoamericana, Venezuela no es el único país con bajos resultados. Nicaragua y El Salvador también presentan índices alarmantes, lo que refleja una preocupante tendencia de deterioro institucional en varias naciones del continente.
Transparencia Internacional hace un llamado a la comunidad internacional y a los organismos multilaterales para que refuercen sus esfuerzos en la lucha contra la corrupción y promuevan políticas de gobernanza que fomenten la integridad y la rendición de cuentas.
