Las carreteras venezolanas se han convertido en un escenario de riesgo constante, donde las motos son las principales protagonistas de una tragedia que cobra vidas a diario. Según datos del Observatorio de Seguridad Vial, durante el año 2024 se registraron más de 3.000 accidentes, dejando un saldo de 1.373 fallecidos.
Un problema de dimensiones alarmantes
Expertos en la materia advierten que la situación es aún más grave de lo que indican las cifras oficiales. Jacobo Vidarte, del Instituto de Búsqueda y Salvamento, en entrevista para Unión Radio, la maña de este lunes 27 de enero, estima que al menos 20.000 motos se ven involucradas en accidentes de tránsito cada año.
«La educación, el control y la sanción son los pilares fundamentales para mejorar la seguridad vial», afirma Vidarte, quien destaca la alarmante cifra del 95% de venezolanos que conducen sin haber realizado un curso de manejo.
Las consecuencias de esta problemática se sienten en todos los ámbitos. Hospitales públicos están saturados de pacientes con lesiones graves producto de accidentes de moto. «Más del 80% de las camas están ocupadas por personas que han sufrido algún tipo de trauma relacionado con una motocicleta», señala Vidarte.
La imprudencia al volante, un factor clave
Lilian Romero, directora de Asotránsito, coincide en que la falta de educación vial es uno de los principales problemas. «Conducir es un privilegio, no un derecho», afirma Romero, quien denuncia la presencia de motorizados imprudentes en las calles venezolanas.
«Necesitamos un control más estricto, multas y una revisión exhaustiva de los procesos para otorgar licencias de conducir».
Romero también critica la falta de controles durante los operativos de tránsito. «Solo se verifica la documentación y el casco, pero se ignoran otros aspectos importantes, como el transporte de niños menores de 10 años», señala para el medio de comunicación radial.