El representante de Panamá en la Organización de Estados Americanos (OEA) expresó durante la sesión de este viernes 24 de enero, la preocupación de su país por la situación de Venezuela, afirmando que trasciende las fronteras y compromete la estabilidad de la región.
Carlos Alberto Ibarra, segundo representante de Panamá en el organismo, expresó el reconocimiento de su país a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) “por su compromiso con la promoción y protección de los derechos humanos en circunstancias tan complejas como es la documentada en este informe”.
Violaciones a los derechos humanos
El Embajador de Panamá en la OEA señaló la preocupación del Gobierno de Panamá por los hallazgos que presenta el informe, evidenciando “un panorama alarmante de graves violaciones a los derechos humanos en el contexto electoral en Venezuela”.
Ibarra destacó que entre los hechos reseñados, se encuentran “denuncias de detenciones arbitrarias, torturas, ejecuciones extrajudiciales, restricciones a la libertad de expresión y la sistemática persecución a los miembros de la oposición política y a defensores de derechos humanos”.
El representante subrayó que, tales acciones “constituyen una afrenta directa no solo a los derechos fundamentales de los ciudadanos venezolanos, sino también a los principios democráticos y el Estado de Derecho que en nuestra región debe salvaguardar.
“Panamá condena enérgicamente estas prácticas que atentan contra la dignidad humana y los valores fundamentales consagrados en la Carta Democrática Interamericana y los tratados internacionales de derechos humanos”.
Liberación de presos políticos
Ibarra considera imperativo que la comunidad internacional exija de manera colectiva “el cese inmediato de estas violaciones y se solidarice con el pueblo venezolano”, así como “la liberación inmediata de todos los presos políticos” y el respeto a las garantías civiles y políticas.
“En este contexto destacamos la importancia de que la CIDH continúe realizando un monitoreo riguroso y acompañando los esfuerzos destinados a restaurar la democracia en Venezuela”, apostilló.
Continuó instando a los Estados miembros “a respaldar las iniciativas que buscan mitigar el sufrimiento del pueblo venezolano”, incluyendo las que promuevan la asistencia humanitaria y el acceso a mecanismos de justicia transicional.
Seguridad y estabilidad de la región
Según Ibarra, la situación en Venezuela constituye un reto para la estabilidad y la seguridad de la región, debido a que trasciende sus fronteras, por lo que, la “migración masiva, la crisis humanitaria y la fragmentación institucional son signos de un colapso que demanda una respuesta hemisférica coordinada”.
Asimismo, destacó que el principio rector de la actuación de los Estados miembros, debe ser la solidaridad, reafirmando el compromiso con los principios democráticos y los derechos fundamentales.