La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó un contundente informe este viernes 24 de enero que revela una alarmante situación de violaciones a los derechos humanos en Venezuela, en el contexto del reciente proceso electoral.
Según el documento, la administración Nicolás Maduro ha desplegado una estrategia sistemática de represión para perpetuarse en el poder, impidiendo la participación política de la oposición y sembrando el terror en la población.
El informe detalla cómo el gobierno venezolano ha utilizado el control de instituciones clave, como el Tribunal Supremo de Justicia y el Consejo Nacional Electoral, para obstaculizar el desarrollo de elecciones libres y justas. Además, se documentaron detenciones arbitrarias, torturas, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales contra opositores políticos, defensores de derechos humanos y manifestantes.
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Particularmente grave fue la respuesta del Estado a las protestas suscitadas tras las elecciones presidenciales del 28 de julio. La denominada «Operación Tun Tun» dejó un saldo de al menos 25 muertos y miles de detenidos, en un claro ejemplo de la brutalidad con la que el régimen ha reprimido a la disidencia.
La CIDH ha concluido que las elecciones presidenciales carecieron de legitimidad democrática, debido a la opacidad del proceso electoral, la manipulación de los resultados y las graves restricciones a los derechos políticos.
En este sentido, el organismo interamericano ha llamado a la comunidad internacional a tomar medidas concretas para exigir el respeto a los derechos humanos en Venezuela y promover una transición democrática.
