En el marco de la celebración de la festividad de Nuestra Señora de Altagracia, Monseñor Polito Rodríguez, arzobispo de Barquisimeto, realizó una emotiva reflexión sobre la importancia de esta devoción mariana para la comunidad de Quíbor.
Durante una homilía celebrada este viernes 24 de enero, el prelado destacó la profunda conexión entre la celebración de la Divina Pastora y la de Nuestra Señora de Altagracia, ambas figuras marianas que inspiran la fe de los larenses.
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«La Virgen María, en sus diversas advocaciones, siempre nos invita a la fe, a la esperanza y a la caridad. La devoción a Nuestra Señora de Altagracia es un signo de las raíces cristianas de esta comunidad y nos impulsa a mantener viva la llama de la fe en medio de las dificultades», expresó Monseñor Rodríguez.
El arzobispo hizo un llamado a los fieles a imitar la humildad y el servicio de la Virgen María, recordando su visita a su prima Isabel durante su embarazo.
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«María es el ejemplo perfecto de cómo servir a los demás con amor y desprendimiento», afirmó.
Monseñor Rodríguez concluyó su mensaje expresando su confianza en que la Virgen de Altagracia continuará siendo fuente de unidad y esperanza para el pueblo de Quíbor, especialmente en momentos difíciles.