El cometa C/2024 G3 (ATLAS): de deslumbrante a fantasmal #24Ene

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Por  Roger A. Jiménez A. Asociación Larense de Astronomía, ALDA.

El inicio del año 2025 nos trajo un evento astronómico de manos del cometa no periódico C/2024 G3 (ATLAS), el cual, por escasos días resultó un espectáculo visual, siendo el más brillante de las últimas dos décadas y posiblemente el más brillante del 2025, aun cuando está comenzando el año y no sabemos con qué podría sorprendernos. 

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Descubierto el 5 de abril de 2024 en los sondeos continuos del Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System), ATLAS por sus iniciales en el idioma Inglés, el gélido objeto presentaba en ese momento una magnitud de +19 y se encontraba a unos 655 millones de km de la Tierra.

Las continuas observaciones a partir de octubre del 2024, mostraron una evolución exponencial, progresiva y sostenida del brillo del cometa. El análisis de estos datos llevó a predecir que sería un cometa brillante. El 2024 G3 además presentaba una órbita alrededor del Sol que lo llevaría acercarse a este en su perihelio, el 13 de enero de 2025, a solo 13.912.602 Km (0,093 Unidades Astronómicas), una distancia excepcionalmente cercana al Sol en términos distancias astronómicas. Este paso tan cercano al Sol, lo haría desarrollar gran actividad en su núcleo y por consiguiente, multiplicar el brillo del cometa de manera excepcional.

Su proximidad al Sol los días previos y posteriores a su perihelio, hicieron como se esperaba, que el cometa C/2024 G3 (ATLAS), desarrollara un gran brillo y una  larga y vistosa cola, que en esos días, solo pudo ser captada por el Coronógrafo LASCO C3, un instrumento científico para la observación del entorno próximo a nuestra estrella, el cual está instalado en el Observatorio Solar y Heliosférico, SOHO por sus iniciales en el idioma inglés. Esos días la magnitud del cometa alcanzó un brillo de -4, incluso -5, si se consideraba el efecto de dispersión hacia adelante, que coincidía en ángulo y dirección con el desplazamiento del cometa. Lo cierto es que para el 14 y 15 de enero, el cometa era tan brillante, que desde muchos lugares de la Tierra pudo ser observado a simple vista o con binoculares a plena luz del día, teniendo las precauciones de rigor por su extrema cercanía al Sol. 

Imagen del cometa con la sonda SOHO y el instrumento LASCO C3. Su esplendorosa y larga cola sale del campo del instrumento. Crédito de la imagen: NASA/ESA/SOHO.

El desplazamiento del cometa por su órbita tras su perihelio, lo llevaría a ser visible en el hemisferio sur de la Tierra, pudiendo ser visualmente observable a partir del 16 de enero, muy bajo sobre el horizonte oeste al final del crepúsculo civil (luz residual luego de la puesta del Sol). Esta ventana de observación iba a ir ampliándose a medida que transcurrieron los días, debido a su ascenso en su movimiento celeste.

El cometa se hizo visible a simple vista desde Venezuela el 16 de enero, pero capturarlo era todo un reto, debido a su baja altura en horizonte oeste, la luz del crepúsculo civil y la bruma presente. Para esa fecha el brillo del cometa se reportaba en -1,3 magnitudes, su coma en 2 arcominutos, el grado de condensación de la coma en 7- 8, y la longitud de la cola en 2 grados.

El 17 de enero a las 19:00 HLV (7:00 pm) la cacería del cometa en el marco de la Campaña de Observación y Registro del cometa C/2024 G3 (ATLAS) llevada a cabo por ALDA, tuvo su primer logro, el cometa fue fotografiado y, en base a la reducción de los datos de la imagen, el brillo del cometa se estimó en -0m,2, su coma en 2 arcominutos, su grado de condensación en 8 y su cola en 1,5 grados. Adicionalmente,  a través de unos binoculares 20×80 se observó un núcleo bien definido y dos colas, la más larga de unos 1,5 grados y otra apenas visible e incipiente de unos 30 arcominutos.

Cometa C/2024 G3 (ATLAS). La imagen es el resultado de apilar y procesar en PS CS5, 8 tomas obtenidas con una Videocámara Samsung HMX-H300. Para el momento de las capturas el cometa estaba a 7 grados de altura sobre el horizonte oeste. Roger Jiménez, ALDA. Barquisimeto, Venezuela. 17 de enero de 2025, 7:00 pm.

Para el 18, 19, 20 y 21 de enero, los cielos barquisimetanos estuvieron nublados, pero Douglas Marín, un amigo y colaborador de la ALDA en Ciudad Bolívar, logró una fotografía del cometa. Esta fotografía fue el principio del fin del luminoso C/2024 G3. En ella, Douglas observó un cambio en el cometa, aún cuando la imagen fue buena, no se lograba apreciar el núcleo bien definido que el día anterior claramente se observaba en la imagen lograda por mi persona. Los días siguientes, discutimos las imágenes y estuvimos de acuerdo en que efectivamente el núcleo no era visible, aún cuando la coma y la cola del cometa habían duplicado su tamaño. Imágenes de aficionados y profesionales de la astronomía alrededor del mundo mostraban lo mismo. Las fotografías del 17 y 18 de enero son un registro único de este cambio observado por aficionados venezolanos desde nuestro país.

Cometa C/2024 G3 (ATLAS). Cámara Canon EOS 500D, lente de 135 mm, ISO 400, 15 frames (tomas) de 1 segundo c/u, Formato Raw, f5, seguimiento manual. Procesado con Sequator y Retoques con el Photoscape. Douglas Marín. Ciudad Bolívar, Venezuela. Durante el crepúsculo civil del 18 de enero de 2025.

A la fecha, el brillo del cometa 2024 G3, ha venido decayendo abruptamente, su estructura no presenta núcleo, pero continúa exhibiendo una larga y hermosa cola, ahora conformada por varios chorros de gases y materia volátil. 

¿Pero qué le ocurrió al cometa C/2024 G3 (ATLAS)?

El paso extremadamente cercano del cometa por el Sol, obviamente causó estragos en el núcleo del objeto, de hecho, previo al perihelio se hablaba si resistiría la intensa gravedad y radiación del Sol existente a esa distancia. Muchos pensaban que el gélido objeto se fragmentaba, al igual que otros cometas que han tenido encuentros tan próximos con nuestra estrella. Pero el perihelio llegó y el 2024 G3, aparte de desarrollar una gran y magnífica cola, la cual presentaba varios penachos según las imágenes obtenidas por el instrumento LASCO C3 de la Sonda SOHO, y alcanzar un brillo de 4ta. o 5ta. magnitud bajo cero, salió en una pieza.

Sin embargo, la historia no terminó allí. Los días posteriores al perihelio, acabaron por demostrar que el paso tan cercano del cometa por el Sol, causó estragos en su núcleo. El corazón del 2024 G3 se estezó, las inmensas fuerzas de marea gravitacionales ejercidas por el Sol en su entorno próximo, su extrema radiación y temperatura, debilitaron el núcleo del cometa. Si bien es cierto que resistió el perihelio (13 de enero), pocos días después (18 de enero) el núcleo se desvaneció.

El cometa no se fragmentó en grandes trozos, estos no fueron visibles en la continua y gran cantidad de imágenes, que aficionados y profesionales con sus respectivas diferencias en cuanto a la gama y nivel tecnológico de los equipos usados tomaban a diario. El desvanecimiento del núcleo ocurrió aparentemente de un día para otro, por lo que el núcleo del cometa no se fracturó profundamente, pero si se debilitó tanto, que aparentemente ocurrió un desmoronamiento rápido y progresivo; es como si se hubiese descamado o desintegrado en trozos tan pequeños de afuera hacia adentro, que los mismos se volatizaron al momento de separarse del núcleo cometario. 

Esta desintegración brusca y progresiva redujo el núcleo al punto de que no es detectado, posiblemente porque ya no existe, o porque el aumento del material volátil entorno al mismo, ya muy reducido, es tal que lo invisibiliza. Tanto material volátil ha producido el 2024 G3 desde el 18 de enero, que para el 21 de enero, su coma y cola se habían duplicado y hasta triplicado. El grado de condensación de la coma pasó de 8 (muy bien definida y casi puntual) a 1 (una nebulosidad gaseosa).

El cometa actualmente, siendo aún brillante, ha venido perdiendo su brillo rápidamente, tanto así, que ya no es visible a ojo desnudo desde latitudes por encima del ecuador, solo se mantiene apreciable en las latitudes medias y altas del hemisferio sur, como en Chile, Argentina y Australia. De igual manera las fotografías de corta exposición con equipos de baja gama, ya no generan buenos resultados, quedando así, solo para fotografías de larga exposición con cámaras DSLR y astronómicas, preferiblemente estabilizadas y con guiado.

Las últimas imágenes del cometa (22 y 23 de enero), muestran un cometa con un brillo en 3ra. magnitud y descabezado o sin núcleo. La forma del cometa se mantiene, pero se percibe como una gran cola, que nace en la punta frontal y estrecha, y se desparrama en varios penachos de gas y material hacia atrás. Las imágenes más recientes realizadas con telescopios robotizados y cámaras astronómicas, muestran un haz luminoso que va desde la punta frontal y sigue a través de la cola, difuminándose en el trayecto. Este hilo más homogéneo y brillante que la cola, posiblemente es el último suspiro del reducido y desgastado núcleo del cometa, si es que este aún existe y no estamos viendo es su luz residual tras su vaporización.

Cometa C/2024 G3 (ATLAS). La secuencia de imágenes muestra el cambio progresivo de la estructura del cometa y la desaparición de su núcleo, lo que sugiere la posible y progresiva desintegración de este. Crédito de las imágenes: Lionel Majzik. Hungría.

En los próximos días, si el núcleo del cometa se desintegró totalmente, la estructura cometaria se irá desvaneciendo progresivamente hasta desaparecer. Los astrónomos y científicos eventualmente publicaran que fue lo que le ocurrió realmente al cometa C2024 G3 (ATLAS). Por el momento, el cometa descabezado mantiene su cola, y esta se muestra en fotografías de larga exposición, muy extensa, amplia y con varios chorros de gas y material volátil. Todo un espectáculo como lo muestra la siguiente fotografía obtenida por uno de los miembros de ALDA desde Argentina, el pasado 22 de enero.

Cometa C/2024 G3 (ATLAS). Esta imagen nos muestra la hermosa y vistosa cola que ha desarrollado el cometa, luego de la desaparición de su núcleo por su aparente desintegración. La imagen se obtuvo con una cámara Nikon D750 con un lente Nikkor 24/120 mm, dispuesta sobre una montura Orión ATLAS EQ-G. Tiempo de exposición 11m 30s. 22 de enero de 2025. Crédito de la imagen: Jesús López, ALDA. Huinca Renancó, Argentina.

Por  Roger A. Jiménez A. Asociación Larense de Astronomía, ALDA.

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