La informalidad representa el 51% de la fuerza laboral del país, cambio que se produjo por primera vez en el 2021, cuando el trabajo formal quedó en un 49%, de acuerdo con un estudio realizado por el profesor Víctor Carrillo, coordinador del Centro de Políticas Públicas y de la Maestría en Gerencia Pública, del Instituto de Estudios Superiores y Administración (IESA).
Las cifras fueron dadas a conocer durante su participación en el evento Outlook 2025, donde se revisaron las perspectivas del sector empresarial para el año que recién inicia, revela nota de prensa,
La ponencia de Carrillo se basó en una investigación realizada por él y los profesores del IESA, Rosa Amelia González, Richard Obuchi y Alfredo Ríos, entregada al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en agosto de 2024. La investigación utiliza microdatos de las encuestas ENCOVI (2014-2021), datos de la OIT (2019-2020) y de la plataforma R4V (2022-2024).
“Entre 2014 y 2021, Venezuela experimentó una contracción económica significativa, perdiendo aproximadamente dos millones de trabajadores”, detalló Carrillo. Los indicadores sociales analizados pueden servir de insumo para definir nuevas estrategias en los ejercicios de planificación de las empresas.
Explicó que en esta investigación se analizan los cambios de la Población Económicamente Activa (PEA), que se define como el segmento de personas mayores de 15 años con una ocupación, o que la buscan activamente, con el fin de apoyar la exploración de nuevas
Oportunidades
La PEA incluye trabajadores formales, informales y desempleados. Quedan fuera de la PEA estudiantes, jubilados y personas que no buscan trabajo.
Por ejemplo, en comparación con otros países de la región (Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras y Perú), Venezuela presenta la menor participación económica, especialmente en el caso de las mujeres.
¿Por qué la disminución de la mujer en el mercado laboral formal?
La participación de las mujeres en el mercado laboral venezolano (21%) es la más baja de la región, advierte Víctor Carrillo, y para explicarlo cita un estudio de Zambrano (2020), en el que se mostró una disminución de 4 puntos porcentuales por debajo del promedio de América Latina. Los datos presentados en el IESA confirman estos hallazgos, al mostrar una caída del 25% en la PEA femenina que pasó de 4,75 millones a 3,55 millones.
Los determinantes de esta caída presentados en Outlook 2025 incluyen:
Ausencia de redes de apoyo: el sistema de cuidado diario y apoyo familiar se ha deteriorado, lo que hace más difícil la incorporación de las mujeres al mercado laboral. Datos del 2021 muestran que casi el 45% de las mujeres de la PEA se dedica a los quehaceres del hogar y un 11% declara no tener quién cuide a sus hijos.
Problemas con la política social: la falta de una red de apoyo estructurada para las mujeres agrava la situación. La falta de cuidado infantil es uno de los principales motivos para no participar en el mercado laboral. Los servicios de guardería han prácticamente desaparecido.
La informalidad supera porcentualmente al empleo formal
El profesor Carrillo también explicó que, desde el 2021, la informalidad superó a la formalidad por primera vez en el período estudiado, al alcanzar el 51% de la población trabajadora.
Ya que el trabajo informal se caracteriza por su precariedad, afecta los patrones de consumo y debilita la economía. La caída del sector formal, especialmente en industrias como la manufactura y la construcción, ha contribuido a este aumento.
Carrillo detalla que el tejido empresarial venezolano se caracteriza por la predominancia de microempresas (1-4 personas) y la disminución de empresas de mayor tamaño (100+ personas). Los sectores en crecimiento son principalmente servicios informales como reparaciones, limpieza y peluquerías.
Envejecimiento de la fuerza laboral
Contrario a la percepción inicial, Carrillo afirma que el retorno de venezolanos ha sido mínimo (apenas un 5%, alrededor de 300.000 personas).
“Se observa un fenómeno de ‘diáspora’ con comportamientos transnacionales, donde se establecen flujos migratorios circulares. La migración ha afectado la composición etaria de la PEA, con una disminución del 7,5% en el grupo de 25-39 años y un aumento del 6,39% en el grupo de 40-59 años, que resulta en un envejecimiento de la fuerza laboral.
Nuevas oportunidades y estrategias para las empresas
La ponencia del profesor Víctor Carrillo pone sobre la mesa una serie de oportunidades de que las empresas podrían aprovechar, entre ellas:
Participación laboral femenina: las empresas pueden desarrollar programas de responsabilidad social en áreas como alimentación, educación, cuidado diario y transporte para apoyar la reincorporación de las mujeres al mercado laboral.
Sector informal: el crecimiento de este sector representa un mercado con necesidades específicas, como sistemas de pago electrónico, plataformas de importación y financiamiento. Las empresas pueden ofrecer soluciones a medida y construir relaciones a largo plazo.
Envejecimiento de la fuerza laboral: se presenta la oportunidad de diseñar seguros para grupos de alto riesgo y ofrecer soluciones de financiamiento, así como planes de retiro.
Diáspora: comprender los flujos migratorios circulares puede abrir nuevas oportunidades comerciales.
Carrillo, como experto en las áreas de análisis de políticas, planificación estratégica y control de gestión, recomendó a los empresarios aprovechar las oportunidades que plantea el contexto laboral venezolano, para emprender estrategias que les permitan alcanzar nuevos mercados.
