México levantó grandes tiendas de campaña en la frontera con Estados Unidos el miércoles mientras se preparaba para que el presidente Donald Trump cumpliera su promesa de llevar a cabo deportaciones masivas.
En un lote vacío cerca de la frontera con El Paso, Texas, grúas levantaron marcos de metal para refugios de tiendas de campaña en Ciudad Juárez.
Enrique Serrano, funcionario del estado de Chihuahua, donde se encuentra Ciudad Juárez, dijo que las carpas instaladas para los deportados mexicanos eran solo la fase inicial de una posible operación más grande, algo que las autoridades podrían ampliar si el número de migrantes que se reúnen en la frontera sigue aumentando. Sugirió que los migrantes de otros países expulsados de Estados Unidos serían reubicados en la Ciudad de México o en las regiones del sur de México, como se ha hecho anteriormente.
Obras para refugiar a migrantes deportados
Nogales, México —al otro lado de Nogales, Arizona— anunció que construiría refugios en campos de fútbol y en un gimnasio. Las ciudades fronterizas de Matamoros y Piedras Negras han puesto en marcha iniciativas similares.
El martes por la noche, en un cruce fronterizo de Tijuana, México, un hombre gritó a los periodistas que lo deportaban junto con un grupo que había sido arrestado esa mañana en unos campos agrícolas cerca de Denver. Otro hombre dijo que formaba parte de un grupo que había sido traído desde Oregón. Todos llevaban sus pertenencias en una pequeña bolsa naranja.
Medidas de deportación
La cantidad de personas deportadas el martes fue menor que el promedio diario de aproximadamente 500 del año pasado, señaló la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum en su conferencia de prensa diaria. Y muchos albergues fronterizos que desde hace tiempo ofrecen refugio a los migrantes permanecieron comparativamente vacíos en comparación con los niveles de migrantes que se registraron hace apenas un año.
Aún así, los responsables de esos refugios para migrantes, como José María García, director del refugio de Tijuana Movimiento Juventud 2000, se preparaban para lo que pudiera venir.
“Las deportaciones masivas en Estados Unidos y la llegada de miles de migrantes desde el sur podrían abrumar a la ciudad de Tijuana y otras ciudades fronterizas, creando una crisis”, dijo.
Albergues sin más espacios
Aunque el rápido aumento de las deportaciones —como promete Trump— enfrenta desafíos logísticos y financieros .
El gobierno mexicano está construyendo nueve albergues en ciudades fronterizas para recibir a los deportados. Ha dicho que también utilizará las instalaciones existentes en Tijuana, Ciudad Juárez y Matamoros para recibir a los migrantes cuyas citas para solicitar asilo en Estados Unidos fueron canceladas el día de la toma de posesión.
Sheinbaum ha dicho que México brindará ayuda humanitaria a los migrantes de otros países cuyas citas de asilo fueron canceladas, así como a aquellos que fueron enviados a esperar en su nación bajo la política revivida conocida como Permanecer en México. México quiere eventualmente y voluntariamente devolverlos a sus naciones, ha dicho.
El secretario de Relaciones Exteriores de México, Juan Ramón de la Fuente, y el nuevo secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, sostuvieron su primera conversación telefónica en sus nuevos cargos.