El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), divulgó este miércoles, 22 de enero, su más reciente informe «Inframundo: La amenaza oculta en los calabozos de Zona 7», en el que informan que los presos adultos intervinieron para defender a los adolescentes detenidos tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, que se encontraban en el recinto penitenciario.
La ONG se refirió a través de su informe a la situación de los detenidos en el Centro de Control y Resguardo del Detenido Boleíta, conocido como la antigua Zona 7, en Caracas, como “un reflejo del colapso del sistema de justicia penal en Venezuela”.
Detenciones de adolescentes
El OVP precisó que 21 adolescentes detenidos en el contexto de las manifestaciones poselectorales, estuvieron recluidos en este centro “sometidos a condiciones inhumanas”, compartiendo espacios con población adulta, incumpliendo la debida división de categorías.
“Los adolescentes tuvieron que adaptarse a este submundo y adoptaron un lenguaje distinto”, expuso el director del OVP, Humberto Prado. “Los menores de edad fueron defendidos por la población adulta”, agregó.
Prado detalló que los adolescentes no fueron golpeados por los policías de turno porque los presos sociales no lo permitieron. Ellos dijeron que “con los menores nadie se mete”.
Alteración de funciones en centros de detención
Según el OVP, en Venezuela no existen centros de detención preventiva, los convirtieron en cárceles paralelas. “Es imposible que los calabozos cuenten con espacios propicios para albergar a personas privadas de libertad por períodos prolongados”, puntualizó.
Asimismo, la organización subrayó que los detenidos no deben permanecer más de 48 horas en un centro de detención preventiva, por cuanto se trata de un recinto de carácter transitorio. Sin embargo, destaca que la capacidad operativa de los cuerpos policiales se ve limitada al verse obligados a custodiar privados de libertad.