Es ampliamente reconocido entre los barquisimetanos que la ciudad fundada por Juan de Villegas en 1552 experimentó múltiples reubicaciones, desde su emplazamiento inicial en la antigua ruta hacia Yaritagua hasta su establecimiento definitivo en 1685 sobre la meseta que actualmente ocupa.
El Impulso, a través de su Centro de Documentación Interna, ha compilado durante décadas entrevistas y reportajes sobre la historia de la capital musical de Venezuela, los cuales nos ofrecen una valiosa oportunidad de profundizar en aspectos poco conocidos de Barquisimeto.
La historia detrás del primer uniforme policial
Según el historiador Ramón Querales, en un artículo publicado en el diario El Impulso, a comienzos del siglo XIX, los policías de Barquisimeto vestían un uniforme sencillo compuesto por un traje de dril gris, alpargatas del mismo color y un casco forrado en tela negra. Estos funcionarios, conocidos como “policías de punto”, se encontraban apostados en lugares estratégicos de la ciudad, siendo relevados cada seis horas. El patrullaje de la pequeña urbe se realizaba a pie, siendo las calles del Comercio (Av. 20), Libertador (Carrera 19) y Miranda (Carrera 21) algunas de las principales vías vigiladas.
De solares eclesiásticos a parques modernos
Si bien el Parque Ayacucho, inaugurado en 1933, es considerado el primer parque formal de Barquisimeto, los espacios públicos en la ciudad tenían una concepción diferente en siglos pasados. Los solares adyacentes a las iglesias servían como puntos de reunión y se les conocía como «plazas«. No fue hasta 1895 que se construyó la primera plaza formal, la Miranda (actualmente Bolívar), gracias a la iniciativa de Aquilino Juárez.
La avenida 20 y carrera 21: Un viaje en el tiempo
La avenida 20, eje comercial de Barquisimeto, ha tenido diversos nombres a lo largo de su historia. Originalmente, se conocía como calle del Comercio hacia el Oeste, mientras que hacia el Este fue llamada José Félix Ribas, Divina Pastora, Nueva y, brevemente, Avenida Bolívar. La carrera 21 no se queda atrás en cuanto a variedad de nombres. Desde Márquez y Miranda hasta apelativos más populares como Los Naranjillos y Los Banquitos, su denominación ha sido influenciada por los cambios urbanísticos y sociales de la ciudad.
Nomenclatura popular en Barquisimeto
Las calles de Barquisimeto, más allá de sus nombres oficiales, han tejido un rico tapiz de apodos y leyendas. Esquinas como “El León de Nicaragua”, “La Mano Abierta” o “La Cruz Aparecida” son más que simples intersecciones; son hitos que evocan historias y personajes. Algunos nombres, como “Donde la burra tumbó a mi tío”, añaden un toque de humor y color local, mientras que otros, como “Boca del Infierno”, despiertan la imaginación. Incluso los habitantes de la ciudad han sido bautizados con sobrenombres pintorescos, como “El Pirrango” o “La Yegua”, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva.
El agua: Un tesoro ancestral
Los orígenes del suministro de agua en Barquisimeto se remontan a prácticas ancestrales. Los aguateros, con sus burros cargados de barriles, eran una figura común en las calles, transportando agua desde el río Turbio. Con el tiempo, la ciudad creció y se diversificaron las fuentes de agua, aprovechando manantiales como los de la Concha Acústica y la pila Lara. Estos métodos tradicionales sentaron las bases para el desarrollo de sistemas de agua potable más modernos.
