El pasado 14 de enero de 2025, la ciudad de Barquisimeto celebró un hito en su historia religiosa: el 56 aniversario de la consagración de su Catedral Metropolitana como parroquia del Sagrario. Este majestuoso templo, concebido por la visión de Monseñor Críspulo Benítez Fontúrbel, se ha convertido en un símbolo de fe y un referente arquitectónico para los barquisimetanos.
La inauguración de la Catedral de Nuestra Señora del Carmen en 1969 marcó un antes y un después para la ciudad. Su diseño, obra del arquitecto Jahn Bergkamp, es una audaz representación de la modernidad arquitectónica, con una forma que evoca una flor invertida y una estructura que requirió de cálculos estructurales sumamente precisos. La cúpula central, que representa el tallo de la flor, y las alas laterales, que simbolizan los pétalos, son elementos distintivos que la hacen única en su tipo.
«Estamos cumpliendo 56 años de la creación de la Parroquia del Sagrario Catedral. Monseñor Benítez el 20 de noviembre de 1968, promulgó el decreto que después se realizaría plenamente el 14 de enero de 1969. De verdad que tuvo una visión de futuro increíble Monseñor Críspulo Benítez Fontúrbel, porque cuando le presentaron el plano para construir la Catedral, él dijo aquí, puso el dedo en el plano y todo el mundo le dijo Monseñor, si ahí no hay nada, bueno, increíblemente si todos vemos el plano de la ciudad, esto es el centro de la ciudad ahora», relató el padre Badoglio Durán, párroco de la Catedral Metropolitana de Barquisimeto.
«Qué belleza que la Catedral esté en el centro de Barquisimeto y sea también el centro de la fe de muchas personas», comentó.
Recorrido por la Catedral de Barquisimeto
Más allá de su belleza arquitectónica, la catedral es un centro espiritual que ha acogido a innumerables fieles a lo largo de sus 56 años de historia. Sus sótanos, que albergan la cripta donde descansan los restos de Monseñor Benítez, son un testimonio de la trascendencia de este lugar. La cripta, además de ser un espacio de recogimiento y oración, se ha convertido en un lugar de interés para los visitantes.
Pablo Jesús Piña, quien tiene más de 10 años de servicio en la Catedral de Barquisimeto, ofreció detalles de las áreas internas del templo.
«Cuenta con dos sótanos, uno ya es una capilla subterránea debajo del altar mayor, ya la otra ya es parte privada de la Casa Parroquial. El segundo sótano que le conocemos es La Cripta, La Cripta es la capilla privada que más que todo se hacen bautizos actualmente, pero es donde están enterrados los restos de Monseñor Benítez, primer arzobispo de Barquisimeto y donde hay más fosas para los próximos arzobispos, para los arzobispos que quieren ser enterrados ahí», manifestó.
Las sacristanas, quienes han dedicado gran parte de sus vidas al servicio de la catedral, compartieron con El Impulso, emotivos testimonios sobre su experiencia.
«Siempre me llamó mucho la atención la iglesia y bueno, lo que conocí fue eso, que tuve la oportunidad de ver el entierro de un arzobispo que nunca había visto eso», indica Eglé del Moral, sacristana.
De igual forma, relató anécdotas sobre los diferentes arzobispos que han pasado por la catedral, así como sobre los momentos más significativos que ha vivido dentro de sus muros.
«Lloré mucho porque conocí mucho a Monseñor Críspulo y con él hice la primera comunión. Conocí a Monseñor Chirivella y le tomé mucho cariño también, es más, él me decía era la Catedralicia» destaca.
«Ahorita tengo la oportunidad de conocer a Monseñor Polito, una persona muy agradable», añade.
Explica que son aproximadamente cinco sacristanas, que se encargan de preparar la misa, la liturgia y revestir a los sacerdotes y obispos.
Su historia permite vislumbrar la importancia de este templo en la vida de los barquisimetanos y el profundo arraigo que ha generado en la comunidad.
En este 56 aniversario, la Catedral Metropolitana de Barquisimeto se consolida como un ícono de la ciudad y un referente de la arquitectura religiosa en Venezuela. Su belleza, historia y significado espiritual la convierten en un tesoro que debe ser preservado y transmitido a las futuras generaciones.