Las autoridades noruegas han abierto una investigación formal tras el ataque vandálico perpetrado contra la Embajada de Venezuela en Oslo. El incidente, denunciado por el gobierno venezolano, ha generado una fuerte condena internacional.
Line Nyvoll Nygaard, fiscal del Servicio de Seguridad Policial de Noruega ha confirmado que se han iniciado las pesquisas con la Policía de Oslo, por posibles violaciones al artículo 184 del Código Penal, que sanciona las alteraciones del orden público con violencia.
El citado artículo contempla multas o penas de cárcel de no más de un año para «cualquier persona que participa en alteraciones extensas de la paz con la intención de usar la violencia contra personas o infligir daños a las propiedades«.
El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, denunció que la sede diplomática fue «invadida y vandalizada» por un grupo de «fascistas». Ante estos hechos, Gil exigió a las autoridades noruegas que identifiquen y sancionen a los responsables, asegurando que «la responsabilidad de la inviolabilidad de las sedes diplomáticas es del Estado receptor».
Por su parte, las autoridades noruegas han asegurado que tomarán todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de las representaciones diplomáticas en su territorio y llevar ante la justicia a los responsables de este acto vandálico.
Este ataque se suma a una serie de incidentes similares ocurridos en otras sedes diplomáticas venezolanas en el exterior, en el contexto de la crisis política que vive el país.