El gobierno del presidente Nicolás Maduro ha tomado una drástica medida diplomática al limitar la presencia de funcionarios de Francia, Países Bajos e Italia en Venezuela.
La decisión, que reduce a tres el número de diplomáticos acreditados por cada país, se basa en acusaciones de «conducta hostil«, «apoyo a grupos extremistas» e «intromisión en asuntos internos» por parte de estas naciones, tras la reciente y cuestionada reelección de Maduro.
Restricciones a diplomáticos
El canciller venezolano, Yván Gil, anunció a través de Telegram que, «en respuesta a la conducta hostil» de los gobiernos de Países Bajos, Francia e Italia, Venezuela ha tomado la «decisión soberana de limitar a tres el número de diplomáticos acreditados en cada embajada».
Esta medida se produce tras la juramentación de Maduro para un tercer mandato consecutivo de seis años, luego de las elecciones del 28 de julio, consideradas fraudulentas por la oposición, que reclama la victoria de Edmundo González Urrutia.
«En respuesta a la conducta hostil de los Gobiernos del Reino de los Países Bajos, Francia e Italia, caracterizada por su apoyo a grupos extremistas y su intromisión en asuntos internos, he comunicado, en nombre del Gobierno Bolivariano, la decisión soberana de limitar a tres el número de diplomáticos acreditados en cada embajada», indica el comunicado.
La medida impone un plazo de 48 horas para su cumplimiento. Además, los diplomáticos estarán sujetos a restricciones de movilidad, requiriendo «autorización escrita de nuestra Cancillería para desplazarse más de 40 kilómetros desde la Plaza Bolívar (en el centro) de Caracas».
Sin embargo, el canciller aclaró que esta restricción no afectará la salida del país, ya que el aeropuerto internacional Simón Bolívar se encuentra a 23 km de la plaza.
La decisión de Venezuela de limitar la presencia diplomática de Francia, Países Bajos e Italia marca un nuevo capítulo en las tensas relaciones entre el gobierno de Maduro y la comunidad internacional.