La fe y la devoción se desbordaron una vez más en las calles de Barquisimeto con la llegada de la procesión 167 de la Divina Pastora. Miles de fieles se congregaron en el pueblo de Santa Rosa para acompañar a la Virgen en su tradicional recorrido por la ciudad.
El padre Rubén Hernández, asesor de la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Barquisimeto y coordinador del equipo de acompañamiento, expresó su emoción ante este evento: «Cada 14 de enero es una alegría, es una emoción poder venir al pueblo de Santa Rosa, poder compartir con toda la gente de Barquisimeto. Esto es un río de fe, esperanza, la gente viene a pedirle, la gente viene a agradecer».
Hernández destacó la importancia de esta celebración para los larenses y barquisimetanos: «Creo que eso es parte de lo que este día significa para nosotros, porque todos desde el servicio que cada uno representa vive este encuentro, vive esta experiencia, vive este peregrinar».
Como coordinador del equipo de acompañamiento, el padre Rubén siente una profunda responsabilidad en cuidar la sagrada imagen de la Divina Pastora. En esta ocasión, elevó una especial oración por Venezuela: «Con mucho sentimiento les pido por Venezuela, les pido por mi país, les pido por todos los venezolanos, por toda la familia, por todos los que hacemos vida en nuestra iglesia, en particular por mi parroquia y por todas mis alineaciones».