La expectación es palpable en las calles de Barquisimeto. Miles de fieles se encuentran reunidos en los alrededores de la Catedral, ansiosos por recibir a la Divina Pastora. La música, los cantos y las oraciones llenan el ambiente, creando una atmósfera de profunda espiritualidad.
La llegada de la sagrada imagen es uno de los momentos más esperados del año para los barquisimetanos, quienes año tras año renuevan su fe y devoción.
La música, los cantos y las oraciones llenaron las calles, creando un ambiente de fraternidad y unión. La procesión de la Divina Pastora es un claro ejemplo de cómo la fe puede unir a las personas y fortalecer los lazos comunitarios.