«Todo el mundo dice que el perdón es una virtud,
…pero nadie dice cómo hacerlo.»
Bertrand Russell
Nobel de Literatura en 1950.
«El amor es la única fuerza capaz de transformar
…un enemigo en un amigo.»
Martin Luther King Jr.
Nobel de la Paz en 1964.
«El hombre no puede descubrir nuevos océanos a menos
…que tenga el coraje de perder de vista la costa».
André Gide.
Nobel de Literatura en 1947.
«La búsqueda de la verdad y la belleza es una esfera de actividad
…en la que se nos permite seguir siendo niños toda la vida.»
Albert Einstein.
Nobel de Física en 1921.
«En la búsqueda de la verdad,
…la vida misma se convierte en un horizonte de posibilidades.»
«La búsqueda del conocimiento es infinita, al igual que el horizonte.»
«El horizonte es un límite que solo existe para el que se queda quieto.»
Marie Curie.
Nobel de Física en 1903 y Premio Nobel de Química en 1911.
- La Lobreguez del Horizonte.
La investigación mundial no daba anuencia. Laura, Mark y Kony, como, seguían las pistas con puntualidad, conscientes de que cada segundo contaba. El presidente electo, aunque no reconocido por los Custodios del Horizonte, simbolizaba una esperanza frágil en un universo social convulsionado, y sobre manera en este país hiperventilado. Cada día que pasaba, la presión arterial de lo social y económico aumentaba mientras la urgencia de su cometido se hacía cada vez más evidente.
– ¿Crees que podemos lograrlo?» preguntó Laura, mirando a sus cómplices con una mezcla de anhelo y titubeo. Mark, siempre el optimista, respondió con firmeza.
– No tenemos otra opción. Debemos seguir más allá, pase lo que pase.
Los custodios, alertas y crueles, no escatimaban esfuerzos para aniquilar cualquier posibilidad de consolidación del nuevo liderazgo. En la penumbra, se fraguaba un atentado que, de concretarse, sumiría al país y al mundo demócrata, en un caos irreversible. Nuestros protagonistas, ajenos aún a la magnitud de la amenaza, caminaban por barriadas llenos de riesgos, cada senda los arrimaba más a la veracidad y al inminente enfrentamiento con seres de otro mundo, entidades no humanas transmutadas con la apariencia de simples mortales.
Laura recordó un antiguo mito que su abuelo Pippo había contado, sobre guardianes de otro mundo que fiscalizaban esta arista de la galaxia láctea ¿Podría tener algo de verdad? Decidida a extirpar esa incógnita, Laura insistió en seguir la pista. Pippo solía hablar de ellos como si fueran reales – dijo Laura absorta- debemos prestar mayor atención a esas historias.
Mark, el pragmático, desechaba esas ideas como meras supersticiones, pero Kony, perceptivo, creía que toda leyenda tiene un inicio auténtico. En su exploración, encontraron legajos que revelaban la verdad oculta: los Custodios del Horizonte no eran humanos, sino seres de otro mundo trasmutados, cuya misión era sustituir y la ocupación de la humanidad.
– Estos pliegos dan escalofrío-murmuró Kony, mientras revisaba las páginas antiguas. Nos han estado fichando desde siempre. Mientras progresaban, hallaron pistas añadidas en terrenos inesperados. Viejas ruinas, archivos negados y testimonios de aquellos que habían presenciado lo inexplicable. Cada pista batida, arrimaba más a la veracidad. La revelación fue impactante: el atentado contra el presidente electo era solo parte de un plan más amplio para dominar al mundo. Decidieron desafiar a estos seres con inteligencia y astucia, sabiendo que el futuro dependía de su éxito.
– Tenemos que ser astutos -dijo Laura con osadía. No podemos dejar que destruyan todo por lo que hemos luchado. Los tres amigos se movían con sigilo, siempre observando, analizando. Cada conversación escuchada y cada sombra observada era una posible pista. Mientras más se adentraban en la trama, más compleja y peligrosa se volvía la misión. En una noche especialmente oscura, se encontraron con un informante que les proporcionó datos cruciales: el atentado estaba planeado para ocurrir durante un evento público del presidente electo.
– No tenemos mucho tiempo -advirtió el informante-, debéis actuar rápido y preciso.
Laura, Mark y Kony sabían que cada paso los acercaba más al enfrentamiento con los Custodios del Horizonte. La tensión crecía y su valor fortificaba. Estaban preparados para enfrentar cualquier desafío que se exhibiera.
- Ecos del Pasado
Mientras rastreaban una nueva pista en los viejos archivos de una villa abandonada, Laura tuvo una sospecha. Algo en los índices resultaba familiar. Recordó la antigua profecía que hablaba de alienígenas embebidos entre los humanos. Los archivos revelaron detalles escalofriantes sobre los Custodios del Horizonte. Estos entes habían estado presentes en la historia humana desde tiempos remotos, operando eventos a su favor. El trío se dio cuenta de la dimensión de su enemigo.
– Es increíble pensar que han estado aquí todo este tiempo, – expresó Laura, sintiendo un escalofrío recorrer su espina dorsal.
– Eso significa que hemos subestimado a nuestros enemigos todo este tiempo. Tenemos que cambiar nuestra estrategia. Mark no pudo evitar fruncir el ceño.
No solo estaban enfrentando a un grupo pequeño, sino a una organización con raíces profundas en la historia y con ciencias avanzadas que superaban la comprensión humana. Con el corazón en un puño, los tres amigos se dirigieron al lugar donde creían que se llevaría a cabo el delito. La tensión crecía, cada minuto que pasaba. Laura, Mark y Kony elaboraron un plan para proteger al presidente electo y desenmascarar a los Custodios del Horizonte. La operación se llevó a cabo en la sombra de la noche, en una fortaleza donde el presidente electo había decidido refugiarse.
– Debemos estar un paso delante, no podemos permitir que nos sorprendan – explicó Kony, ajustando su equipo.
A medida que se aproximaba la hora del combate, se prepararon meticulosamente. Laura diseñó la estrategia, Mark se encargó de armar y preparar al reducido y alistado grupo de defensa, y Kony uso su intuición y habilidades para prever los movimientos del enemigo.
Juntos, se convirtieron en una fuerza temible. Los eventos iniciaron rápidamente. El día del atentado se acercaba y la atmósfera estaba cargada de tensión. Decidieron infiltrarse en el evento público, utilizando disfraces y tomando todas las precauciones necesarias para no ser divisados. La seguridad era extrema, pero sus destrezas y audacia los guiaban.
– No podemos permitirnos ningún error, todo depende de nosotros – dijo Mark en voz baja mientras se preparaban para infiltrarse.
La infiltración fue un éxito, y se movieron con cautela entre la multitud. Cada uno de ellos sabía que un solo error podía ser fatal. Estaban resueltos a resguardar al presidente electo y desmantelar el complot de los Custodios del Horizonte.
– Estamos cerca, mantengamos la calma y sigamos el plan –susurró Kony mientras se aproximaban al lugar del quebrantamiento.
La tensión era palpable mientras avanzaban hacia su objetivo, conscientes de que estaban a punto de enfrentarse a una amenaza que había acechado a la humanidad durante siglos.
- El Último Asalto
La tensión crecía con cada minuto que pasaba. La operación se llevó a cabo en la sombra de la noche, en una fortaleza donde el presidente electo había decidido refugiarse. Cuando los seres no humanos finalmente aparecieron, la batalla fue atroz. Laura, Mark y Kony lucharon con todas sus fuerzas, aprovechando cada debilidad del enemigo. A través de valentía y habilidad, lograron frustrar el intento de magnicidio. Al descubrir el complot, salvaron al presidente electo y revelaron la verdadera identidad de Custodios del Horizonte a la humanidad. La noticia causó revuelo mundial, despertando a la población de la ilusión en la que habían vivido.
– ¡No podemos permitir que se acerquen más! -gritó Laura, mientras repelían a los atacantes. Una bala perdida hirió gravemente a la periodista.
Mark, con su experiencia en combate, lideró las ofensivas, mientras que Kony, con intuitivo detectó las trampas y emboscadas antes de que fueran mortales. Juntos, formaron un equipo irreducible. La batalla fue intensa y prolongada. Los Custodios del Horizonte no se rendían y usaron toda su tecnología para prevalecer. Sin embargo, la determinación y el coraje de Laura, Mark y Kony demostraron ser superiores. Cada enfrentamiento les enseñó más sobre las debilidades de sus enemigos y cómo explotarlas. Con cada victoria, ganaban más terreno y confianza.
– ¡Estamos ganando terreno!» exclamó Mark con una mezcla de asombro y gusto. «¡No podemos rendirnos ahora! Los tres amigos lucharon no solo con fuerza, sino con astucia. Laura, herida, manejó su intuición de los archivos reales para identificar patrones en la conducta o eto9logìa de los Custodios.
– Sus movimientos son predecibles, si seguimos así, podemos anticiparnos a ellos. observó Laura antes de desmayarse,
La historia no terminaba ahí; su victoria era solo el principio de una nueva era de resistencia y libertad. Mientras el sol se alzaba, también lo hacía la esperanza de un futuro más radiante. Después de la batalla, se dieron cuenta de la magnitud del cambio que habían iniciado. La revelación de la verdadera identidad de los Custodios del Horizonte sacudió a la humanidad hasta sus cimientos. La gente comenzó a cuestionar todo lo que habían dado por hecho, y un movimiento de resistencia y despertar comenzó a formarse. Laura, Mark y Kony se convirtieron en líderes y símbolos de esta nueva era, guiando a las personas hacia un futuro donde la verdad y la libertad prevalecieran.- Esto es solo el inicio, dijo Kony con una cáustica sonrisa. Tenemos mucho trabajo. Mientras un equipo médico llevaba de urgencia a la periodista al quirófano de una clínica cercana al campamento. Vini, Vidi, Vinci. Las cartas están echadas y el apuro, hecho público. Amanecerá y veremos, quién es quién y por donde brinca la liebre.
Marcantonio Faillace Carreño
