El ministro de Asuntos Exteriores de Colombia, Luis Gilberto Murillo, ha reiterado este lunes que la presencia del embajador colombiano en Caracas durante la investidura de Nicolás Maduro no implica el reconocimiento de los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 en Venezuela.
En una entrevista para Blu Radio, Murillo fue contundente al afirmar: «Colombia no reconoce los resultados en Venezuela», subrayando que, sin actas públicas y transparentes, el gobierno de Gustavo Petro no puede avalar dicho proceso electoral.
Murillo también explicó que la presencia del embajador Milton Rengifo en la toma de posesión de Maduro se debió a la necesidad de mantener canales diplomáticos abiertos entre ambos países. «Es el embajador, tiene que hacer presencia», afirmó el ministro, destacando que la relación entre ambos países sigue siendo de Estado a Estado, pero que esto no se traduce en un respaldo a la legitimidad del Gobierno de Maduro ni a los resultados de las elecciones.
Además, el ministro enfatizó la importancia de mantener una relación estable con Venezuela, un país con el que Colombia ha reanudado relaciones tras años de ruptura durante la administración del expresidente Iván Duque. Murillo detalló que la reapertura de los vínculos diplomáticos ha tenido un impacto positivo en las economías de ambos países, con un crecimiento notable en el comercio bilateral, que ha pasado de cero a más de 1.200 millones de dólares. Igualmente, destacó la disminución de las tasas de homicidio en la ciudad colombiana de Cúcuta, como un resultado positivo del restablecimiento de relaciones.
Murillo también advirtió sobre los riesgos de tomar decisiones precipitadas en la política exterior, afirmando que cualquier manejo imprudente de las relaciones con Venezuela podría aumentar la actividad criminal en la frontera, especialmente de grupos armados ilegales con los que el gobierno colombiano está negociando la paz.
Por su parte, el presidente Gustavo Petro, a través de sus redes sociales, reiteró su compromiso con el mantenimiento de relaciones diplomáticas con Venezuela, a pesar de las críticas de algunos sectores de la oposición colombiana. Petro defendió la idea de un diálogo democrático entre ambos países y denunció las violaciones de derechos humanos tanto en Colombia como en Venezuela.
Al mismo tiempo, criticó la falta de condiciones democráticas para unas elecciones libres en Venezuela, mencionando la exclusión de la opositora María Corina Machado como un factor clave en la ilegitimidad de los comicios.