El gobierno de Brasil ha expresado su «gran preocupación» por las denuncias de violaciones a los derechos humanos en Venezuela, en particular contra opositores políticos. Este pronunciamiento se produce un día después de la controvertida toma de posesión de Nicolás Maduro como presidente para un nuevo mandato.
En un comunicado oficial, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil señaló que, a pesar de reconocer algunos gestos de distensión por parte del gobierno venezolano, como la liberación de algunos presos políticos, «deplora los recientes episodios de detenciones, amenazas y persecución de opositores políticos».
Esta declaración se suma a las preocupaciones expresadas por organizaciones internacionales como la ONU, que ha pedido la liberación de todos los detenidos por motivos políticos en Venezuela.
Aumento de detenciones
La oposición venezolana, por su parte, ha denunciado una escalada de la represión en los últimos días, con decenas de detenciones y actos de violencia. Alfredo Romero, director del Foro Penal, ha informado de un aumento significativo en el número de presos políticos.
El gobierno brasileño ha solicitado a Venezuela que presente las actas electorales de las últimas elecciones, las cuales han sido cuestionadas por la oposición y por varios países de la región. A pesar de esto, Brasil ha mantenido una postura más cautelosa en comparación con otros países como Argentina, Ecuador y Uruguay, que no reconocen la legitimidad del gobierno de Maduro.
La decisión de Brasil de cerrar la frontera con Venezuela, en respuesta a una supuesta amenaza de desestabilización, ha generado aún más tensión en la región.
«Brasil exhorta a las fuerzas políticas venezolanas a dialogar y buscar un entendimiento mutuo basado en el pleno respeto a los derechos humanos», subrayó el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.