En vísperas de la procesión que cada 14 de enero congrega a multitudes, el Templo de Santa Rosa se convierte en un remanso de paz y recogimiento. Miles de devotos acuden a este santuario en busca de consuelo, esperanza y una conexión más profunda con la Divina Pastora, patrona espiritual de Barquisimeto.
Más allá del fervor multitudinario de la procesión, en la intimidad del templo se encuentran historias de fe, agradecimiento y un profundo amor por la Virgen. En esta época, la fe y la devoción se viven intensamente en toda la ciudad, marcando el inicio del año con un espíritu de esperanza y renovación.
Un encuentro personal con la Virgen
Los testimonios recogidos en Santa Rosa revelan la profunda influencia que la Divina Pastora ejerce en la vida de sus fieles. Para muchos, ella es un refugio, un consuelo en momentos de dificultad y una guía en el camino de la fe.
La Hermana Lilian Guevara comparte su experiencia personal: su entrada al monasterio de las Hermanas Trapenses en 1994 y su encuentro con la Divina Pastora, quien visitó el monasterio.
«Conocí a la Divina Pastora rápidamente porque ella visitó el monasterio, tan bella», relata con gratitud. Expresa su agradecimiento por las «gracias de la confesión, de la fe y sobre todo de la perseverancia», manifestando sentirse «una persona muy feliz». Este testimonio refleja cómo la fe en la Divina Pastora puede transformar vidas y brindar una profunda sensación de paz interior.
Peticiones de salud y unión familiar
Otro testimonio destaca la importancia de la unión familiar y la salud para todos los venezolanos, pidiendo la protección de la Divina Pastora y sus bendiciones.
“Soy devota de la Divina Pastora desde siempre y bueno, este año pedimos mucha unión familiar, mucha salud para todos los venezolanos, sobre todo la unión entre hermanos. Y bueno, que la Divina Pastora nos proteja con su manto como cada año y derrame sobre cada uno de nosotros muchas bendiciones”, expresa con devoción Diana Méndez.
Esta súplica refleja las necesidades y anhelos del pueblo venezolano, buscando en la fe un bálsamo para las dificultades y un camino hacia la reconciliación.
Peregrinos visitan el templo en la víspera de la visita 167
La visita al Templo de Santa Rosa no se limita a los días previos a la procesión. Los devotos acuden durante todo el año, buscando un encuentro personal con la Virgen.
“Si durante todo el año visitamos el Templo de Santa Rosa, en estos días próximos a la procesión de la Divina Pastora, pues también venimos a visitarla y posterior a ello la acompañamos en su visita durante todo el recorrido por las calles de Barquisimeto», comentó un feligrés.
Esta práctica demuestra la constancia y la profundidad de la devoción, que se manifiesta en un acompañamiento continuo a la Virgen. La frase “La Divina Pastora nos protege durante todo el recorrido por las calles de Barquisimeto” resume la confianza y la fe que los devotos depositan en su patrona.
Las festividades en honor a la Divina Pastora marcan un momento crucial en Barquisimeto, un tiempo de reflexión, esperanza y renovación de la fe. Los testimonios recogidos en el Templo de Santa Rosa revelan la profunda conexión que une a los devotos con la Virgen, quien se presenta como un refugio, una guía y una fuente inagotable de bendiciones.
Más allá de la procesión, la devoción a la Divina Pastora se vive en el día a día, en la búsqueda de la felicidad a través de la fe, el Evangelio y el amor al prójimo. En esta época, Barquisimeto se viste de fe, reafirmando el papel central que la Divina Pastora ocupa en el corazón de su pueblo.