En un esfuerzo del gobierno venezolano, ha logrado extraer más de 306.409 toneladas de desechos del Lago de Maracaibo durante el año 2024. Esta monumental tarea forma parte de un ambicioso plan de recuperación ambiental diseñado para devolverle la vida a este icónico cuerpo de agua, gravemente afectado por décadas de contaminación.
En una publicación en Instagram, la cartera de Estado indicó que de ese total, 185.872 toneladas corresponden a desechos impregnados de petróleo.
Anunciado en julio de 2023, el plan especial para la descontaminación del Lago de Maracaibo ha movilizado a trabajadores públicos, voluntarios y diversas instituciones gubernamentales. Los esfuerzos se han centrado en la remoción de desechos sólidos, en particular aquellos impregnados de petróleo, que han sido una de las principales causas de la degradación del lago.
Con el «plan maestro de rescate», se han llevado a cabo más de 7.113 actividades destinadas a evaluar la situación y establecer estrategias de recuperación. El gobierno venezolano, en conjunto con Petróleos de Venezuela (PDVSA), ha implementado protocolos de actuación ante derrames de hidrocarburos, buscando minimizar el impacto ambiental y garantizar la protección de este ecosistema único.
La contaminación del Lago de Maracaibo, el más grande de Venezuela, ha sido un problema crónico durante décadas, producto de la actividad petrolera, la descarga de desechos industriales y domésticos, y la proliferación de algas. Sin embargo, los avances logrados en 2024 demuestran la voluntad política y el compromiso de las autoridades para revertir esta situación y garantizar la sostenibilidad del lago.
La extracción de más de 300.000 toneladas de desechos representa un paso significativo hacia la recuperación del Lago de Maracaibo. De igual manera, los expertos advierten que aún queda un largo camino por recorrer y que se requiere un esfuerzo sostenido en el tiempo para lograr una sanación completa.
El éxito de este plan depende no solo de las acciones gubernamentales, sino también de la participación activa de la sociedad civil y de las comunidades locales. La educación ambiental y la promoción de prácticas sostenibles son fundamentales para garantizar la preservación del Lago de Maracaibo a largo plazo.