Este sábado 4 de enero, se conoció la liberación de 11 jóvenes detenidos en el marco de las protestas postelectorales ocurridas en la ciudad de Maturín, estado Monagas. La noticia fue confirmada por Rosa Campos, madre de uno de los jóvenes detenidos, quien a través de sus redes sociales había hecho públicas sus denuncias y preocupaciones por el arresto de su hijo.
En un emotivo mensaje, Campos anunció que su hijo había sido excarcelado y que se encontraba viajando hacia Caracas para reunirse con él.
De acuerdo con la información proporcionada por Campos, la noticia de la excarcelación llegó a su conocimiento en la tarde del 4 de enero, lo que motivó su traslado a la capital del país para abrazar a su hijo recién liberado. Sin embargo, destacó que aún quedaban 13 jóvenes detenidos de los inicialmente apresados en Monagas. Se espera que los dos restantes sean liberados en las próximas horas, después de haber sido privados de libertad por haber publicado mensajes críticos contra el gobierno de Nicolás Maduro, un delito considerado «terrorismo» bajo la actual normativa venezolana.
Los detenidos, según informes de familiares y organizaciones de derechos humanos, fueron arrestados en medio de las protestas que estallaron tras las elecciones del 28 de julio, aunque muchos de ellos no participaban directamente en las manifestaciones. Algunos de los jóvenes simplemente regresaban de sus lugares de trabajo cuando fueron apresados por las fuerzas de seguridad.
En un informe compartido a través de su cuenta en X, el Comité por la Libertad de los Presos Políticos (@clippve) señaló que al menos 95 presos políticos, en su mayoría jóvenes detenidos durante las protestas, fueron excarcelados en la cárcel de Tocorón este sábado. En la cárcel de Tocuyito, por otro lado, solo 15 presos políticos recibieron boletas de excarcelación, que sustituyen la medida privativa de libertad por una medida cautelar.
Los familiares de los presos políticos, sin embargo, siguen a la espera de que se concreten las excarcelaciones pendientes. Según @clippve, la angustia persiste entre las familias, quienes sienten que los detenidos están siendo sometidos a una política de «invisibilización y olvido», al no concretarse aún las liberaciones de los jóvenes que permanecen en prisión desde las protestas postelectorales.
