La ciudad de Milán ha dado un paso más en su lucha por mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones contaminantes. Desde el 1 de enero de 2025, la prohibición de fumar en todos los espacios públicos al aire libre, incluidas las calles, se ha convertido en una nueva normativa que pone a la ciudad italiana en la vanguardia de las políticas medioambientales en Europa.
Esta medida se enmarca dentro de un ambicioso plan para promover un aire más limpio, cuyo objetivo es mitigar los altos niveles de contaminación que afectan a esta urbe, una de las más contaminadas del continente.
La nueva regulación, que establece multas de hasta 250 euros para quienes infrinjan la norma, es un paso más en la implementación de un plan progresivo que comenzó en 2021. En ese año, Milán ya había restringido el consumo de cigarrillos en áreas específicas como paradas de autobuses, parques infantiles y recintos deportivos al aire libre. Con la ley ahora extendida a todas las calles y espacios públicos, la ciudad se convierte en la primera en Italia en imponer una prohibición total del uso de cigarrillos al aire libre.
Multas y excepciones: una regulación estricta
La normativa establece que aquellos que no cumplan con la medida deberán pagar multas que oscilan entre los 40 y los 250 euros (US$41,25 – US$257,84). Sin embargo, se ha hecho una excepción para las áreas aisladas donde se podrá fumar, siempre y cuando la persona esté a más de 10 metros de distancia de otras personas, lo que limita significativamente los lugares disponibles para fumar.
A pesar de la severidad de las restricciones, los vapeadores y cigarrillos electrónicos no están incluidos en la prohibición, lo que los convierte en una opción viable para aquellos que prefieren evitar las multas.
Un esfuerzo por mejorar la salud pública y reducir la contaminación
El gobierno de Milán ha subrayado que esta nueva medida no solo busca proteger la salud de los ciudadanos al reducir la exposición al humo de cigarrillo, sino que también tiene como objetivo disminuir las emisiones contaminantes. La ciudad es conocida por sus altos niveles de contaminación del aire, un problema que ha empeorado con el paso de los años debido al tráfico vehicular y las emisiones industriales. En este sentido, las autoridades esperan que la reducción del consumo de tabaco al aire libre contribuya a crear un ambiente más saludable tanto para los residentes como para los turistas que visitan Milán.
Con esta nueva medida, Milán se presenta como un modelo para otras ciudades europeas que enfrentan desafíos similares en términos de calidad del aire y salud pública. Las autoridades municipales confían en que, con el tiempo, esta iniciativa sirva para crear conciencia entre los ciudadanos sobre los efectos perjudiciales del tabaco y el humo en el entorno y la salud colectiva.