La organización no gubernamental FundaRedes ha emitido un preocupante informe sobre la crisis educativa en Venezuela, basado en los resultados de la Consulta Pública Educativa 2023-2024. El reporte detalla el deterioro alarmante del sistema educativo del país, afectando tanto a los docentes como a los estudiantes, y refleja una situación crítica que pone en peligro la calidad de la enseñanza y el futuro de las nuevas generaciones.
Uno de los datos más preocupantes es la deserción docente, que alcanza un 72%, lo que evidencia la creciente dificultad de mantener a los educadores en el sistema escolar. Además, la matrícula escolar ha disminuido un 46%, lo que resalta la gravedad de la situación y el éxodo masivo de estudiantes que abandonan las aulas.
El informe también resalta el impacto de la desatención estatal en las instituciones educativas, con un 93% de los encuestados afirmando que no reciben el apoyo adecuado por parte del gobierno. Esta falta de atención ha llevado al abandono y el deterioro de las infraestructuras escolares, afectando gravemente el entorno en el que los niños y jóvenes deberían recibir su educación.
En términos de infraestructura, el 54% de las escuelas presenta condiciones físicas precarias. Solo el 31% de los baños y el 28% de las aulas están en condiciones funcionales, lo que pone en riesgo la salud y seguridad de los estudiantes y docentes. Estas cifras son una clara manifestación de la incapacidad del Estado para garantizar espacios adecuados para la enseñanza y el aprendizaje.
Otro factor crítico señalado en el informe es la situación económica de los docentes. El 61% de los educadores enfrenta graves dificultades económicas y percibe un salario mensual promedio de apenas 7,34 dólares, una cantidad claramente insuficiente para cubrir sus necesidades básicas. Esta crisis salarial ha contribuido a la desmotivación y deserción del profesorado, afectando aún más la calidad educativa.
FundaRedes también advierte sobre la falta de relevo generacional en el sector educativo, ya que la mayoría de los docentes tiene entre 40 y 49 años. Esto subraya la escasa incorporación de jóvenes al magisterio y pone en peligro la renovación del sistema educativo en el futuro cercano.
Ante este panorama desolador, FundaRedes hace un llamado urgente a alzar la voz por el derecho de los venezolanos a recibir una educación de calidad. La organización insiste en que es imperativo tomar medidas para revertir esta crisis y garantizar un futuro mejor para las generaciones venideras.