El expresidente de Siria, Bashar al-Ássad, quien fue derrocado por grupos islamistas tras permanecer 24 años en el poder, informaron que fue atacado durante su condición de exilio en la ciudad de Moscú, Rusia. El depuesto líder, se mantuvo en grave estado de salud, a pesar de que informa que se encuentra estable.
Ássad de 59 años de edad, requirió de asistencia médica inmediatamente después que comenzó a «toser de manera violenta que hizo tener episodios de ahogamiento» tal como indicaron en un informe. Posteriormente el expresidente tuvo que ser atendido en su departamento hasta que pudiese estabilizarse.
El medio The Sun informó en exclusiva que, según informes, al-Assad «fue envenenado en un intento de asesinato que lo dejó luchando por respirar». Según la fuente: «Hay muchas razones para creer que se produjo un intento de asesinato«.
El Presidente ruso Vladimir Putin no declaró respecto al ataque, aunque previamente el Kremlin designó fuerzas de seguridad que mantuviera bajo resguardo a Ássad. Tras ocurrido el incidente, ordenaron llevar a cabo un análisis para determinar quien había atacado al refugiado expresidente.