#OPINIÓN El amor ágape y “Willy, ¿Puedo comerme al gato?” #31Dic

-

- Publicidad -

«Sobre el sentido de la vida»

“No es más rico el que más tiene, sino el que más da”

Erich Fromm

- Publicidad -

“Dale de comer al hambriento, y un día serás recompensado”. Eclesiastés 11:1-4.- Pues suertudo fue el gato de no haber sido la comida de Alf y afortunado todo aquel que en el año que termina pudo y en el que comienza puede llenar su mesa de comida. Pero también es bienaventurado todo aquel que sabe lo que es la noble experiencia y la virtud de compartir con el necesitado. En estas fiestas que están terminando y que dan la entrada al nuevo año, muchos pudieron calibrar de qué material están hechos los unos y los otros. Y te puedes preguntar ¿Qué he hecho y que hago para desde mi realidad aportar a otros para que mi dinero tenga un sentido y significado espiritual? Es que aun cuando sería más fácil la generosidad de compartir con los más cercanos, a veces ni eso hacemos y preferimos que se nos pudra la comida y que se nos eche a perder la despensa en vez de obsequiarle al que necesita. Por otra parte no hay mérito en regalarle al que no necesita, pues el que tiene no valorará el gesto con la dimensión espiritual que significa. ¿De qué manera crees que valora el que no necesita lo que le regalas, si no lo necesita?. El que tiene puede pensar que lo estás adulando o le estás chupando medias y que te quieres congraciar o que quieres algo de ella o de él a cambio de lo que le estás obsequiando. Pero el necesitado sabe que no lo estás adulando cuando le regalas por ejemplo comida o vestido o medicinas, porque hay en tu acto de desprendimiento un sentido de generosidad espiritual y que Dios te evalúa a cada momento para la salvación de tu alma. No tienes que adular a aquellos que pueden darte o devolverte algo, eso no tiene valía, ese no es el propósito; sino por el contrario quedar bien ante Dios, siendo misericordioso con el que sí realmente necesita al saber que tus recompensas las tendrás en el cielo en la casa de tu padre, donde recibirás obsequios espirituales de Dios. Cada gesto de caridad y de desprendimiento hazlo como si se lo hicieras al propio Jesucristo, porque a veces el corazón de los hombres es desagradecido, pero Dios ve tu caridad y tu desprendimiento y es de Él de quien vas a recibir el pago vivificante.

El hambre también da sueño.- Innumerables en el mundo se fueron y se van a dormir temprano por no tener un bocado de comida y no porque sea la hora de ir a la cama, sino porque el hambre también induce sueño. Si Cristo es tu camino, muchas interrogantes han de presentarse en tu consciencia ¿Acaso compartí con el vecino, o con un extraño o con el familiar famélico e hice un gesto cristiano para que el prójimo tuviera que comer en navidad y en nochevieja? ¿O intercambié manjares con el vecino que no necesitaba pues su mesa estaba repleta, ya que solo lo hice para competir y echármelo de pudiente? ¿Te pavoneas con tus exquisiteces para impresionar a quienes no necesitan ser impresionados pero olvidaste al prójimo que le urge saciar su hambre? ¿Acaso has querido y quieres impresionar a los hombres o al mismo Cristo Jesús? ¿Cuál fue tu mayor acto de desprendimiento para que tu alma sea purgada de tus pecados y entre fluida en el listado del libro de la vida?

Practicar el amor ágape.- El amor ágape es un tipo de amor incondicional, desinteresado, altruista, voluntario y reflexivo que se caracteriza por el deseo de ayudar al prójimo sin esperar nada a cambio. El término ágape proviene del griego clásico y se ha utilizado en diversas fuentes, como la Biblia, en la que se considera que Jesús es un modelo de amor ágape y se describe como un acto de la voluntad que implica poner el bienestar de los demás por encima del propio. La palabra ágape también se ha utilizado para referirse a una comida fraternal entre los primeros cristianos, que tenía como objetivo estrechar los lazos entre los participantes. Este concepto se encuentra en la filosofía y la teología, especialmente en el cristianismo, donde se considera un amor divino, el que Dios tiene hacia la humanidad. A menudo se le contrasta con otros tipos de amor, como el amor eros (romántico) y el amor filial (afectuoso y fraternal). El amor ágape implica compasión, altruismo y un compromiso profundo con el bienestar del otro.

¿De quién te has olvidado intencionalmente en Navidad y en Nochevieja?- Acaso te ha importado un comino o un bledo que aquel que te ha rogado que no te olvides de él o de ella en Navidad, lo dejaste en abandono a su suerte; pues tú te hiciste precisamente el amnésico. Decidiste olvidarte del hambriento, del enfermo, del harapiento en Navidad, pero también durante todo el año y además en Nochevieja. ¿Acaso no te han llegado y has preferido desviar todas las señales de auxilio del prójimo que te ha remitido el creador del universo, para que sean atendidas por ti? Te ha puesto a prueba Cristo de diversas maneras y has preferido hacerte el desentendido porque piensas que es imposible que justamente a ti el Señor te esté enviando mensajes por las redes sociales diciéndote que Él quiere que seas sus manos para ayudar al prójimo, al amigo, al tío, al hermano, al desconocido, al vecino, al que de distintas formas te está diciendo que está triste, enfermo y famélico, para que seas las manos de Dios y aportes lo que te pide y lo que necesita tu familiar, tu hermano, tu prójimo o el extraño, que es el mismo Cristo. ¿O es que acaso quieres solo para darle satisfacción a tu egolatría, un despliegue de rayos y tormentas, que se eclipse el cielo y que el Mar Rojo se divida a la mitad ante tus ojos, para que entiendas que tu esfuerzo y tu bondad son requeridos por Dios a través del dolor de sus hijos?. Por lo visto antes de poner tu aporte o grano de misericordia o un gesto de caridad en el ciclo del amor de Dios, prefieres que coman gatos o ratones o que mueran de hambre o enfermedad los necesitados y menesterosos que Dios te está asignando, pero a ti nadie te saca ni un peso del bolsillo.

Las manos de Dios.- No carecen de significado las situaciones experimentadas y vividas. De todo queda un aprendizaje. Las cosas no suceden al azar. Indisolublemente tienen un por qué. Es difícil aceptar los propósitos intangibles o incomprensibles, en la faena del diario acontecer; sea cual fuere el trabajo o el oficio desempeñado. Los roles son infinitos. Nuestra comprensión pocas veces alcanza satisfacer las expectativas que se esperan de nosotros. En ocasiones por no comprenderlas y en otras por desconocerlas o simplemente por no atenderlas o no merecerles importancia ex profeso. Se entretejen los destinos como una superautopista o un gigantesco distribuidor vial e inadvertimos el proyecto de Dios. Cada cual tiene una tarea y es colocado en la función específica para asumir con o sin su conciencia un proyecto en el engranaje de la vida. Unos lo acatan con entereza sin descubrirlo, otros se encabritan y hay quienes tienen conciencia de ser las manos de Dios y se deleitan en cumplirlo para cuando les corresponda ver su rostro. Para muchos, la vida es vacuidad; pocos meditan sobre la suerte y la abundancia, la salud, la alegría y la tristeza. Como un diploma en el que se invierten largos años, para luego no desempeñar la profesión. La vida es una carrera donde se obtiene un certificado de cuyas experiencias y desempeños nos harán sentir orgullosos, vanidosos o serenos de conciencia para cruzar un portal con un semblante sonriente. Nos moldeamos o nos dejamos moldear. Rechazamos la tarea del destino o cabalgamos sobre él. Negamos la existencia del destino o forjamos el que deseamos, sin percibir que ya está marcada alguna asignación especial del hacedor del universo. El entramado de la vida, cosa difícil de entender; doloroso parto aceptar los reveses; estéril sollozo ante lo inevitable; radiante gesto ante lo posible y gustoso alborozo remediarlos. Somos la creación de Dios y Él se hace presente entre nosotros con sus actos por nuestras manos. Constituimos los instrumentos para cumplir los designios del Altísimo. Afortunados o desgraciados; unos son la posibilidad de los otros; la simbiosis hace el equilibrio o intenta lograrlo. Encontramos o pedimos, buscamos o rogamos; nos vienen sin esfuerzo o sudamos para hallarlos. Cada quien desde sus talentos o desde sus miserias, escucha y atiende o ignora al Señor de los cielos, o eleva una ofrenda por su suerte o su destino.

“Una persona sabia debe tener el dinero en su cabeza, pero no en su corazón”

Jonathan Swift

Dr. Crisanto Gregorio León

[email protected]

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

Detenciones a periodistas marcaron agenda represiva del 2024 #31Dic

566 violaciones a la libertad de prensa, 14 periodistas detenidos, 27 desplazamientos forzados de trabajadores de la prensa, 39 bloqueos a sitios web, 11 corresponsales extranjeros expulsados y 20 emisoras cerradas son algunas de las cifras que se desprenden del informe correspondiente a 2024 (de enero al 10 de diciembre) del Instituto de Prensa y Sociedad (Ipys).
- Publicidad -
- Publicidad -