En una entrevista con motivo del 56° aniversario del diario La Nación del estado Táchira, su directora Omaira Labrador, una destacada periodista con más de 30 años de servicio en el diario, compartió sus reflexiones sobre la trayectoria de este medio icónico en el estado.
Don Arquímedes Cortés, su hijo, José Rafael Cortés y Doña Niño de Cortes tuvieron la visión de que La Nación del Táchira fuera desde sus inicios un referente informativo comprometido con la región. A pesar de los desafíos impuestos por la situación del papel y la pandemia, que han reducido su frecuencia de publicación a tres veces por semana, el diario continúa siendo un pilar fundamental en la comunicación tachirense.
«Este es un diario de los tachirenses y así ha sido a lo largo de la historia de este medio de comunicación, tal como se lo plantearon sus fundadores», cuenta a El Impulso.
Un hito histórico y un compromiso inquebrantable
Labrador destacó el significado de celebrar 56 años de historia, subrayando el compromiso del diario con los tachirenses, tal como lo visionó su fundador. La persistencia de la edición impresa, a pesar de las dificultades, es un logro notable y un testimonio del deseo de mantener vivo el legado de la prensa tradicional.
«Queremos seguir informando como impreso y a través de nuestras distintas plataformas. Somos lideres de la información en el estado Táchira», destacó.
Adaptación y desafíos futuros
Si bien la edición impresa sigue siendo una prioridad, La Nación del Táchira también ha abrazado la era digital, ampliando su alcance a través de plataformas digitales y redes sociales. Sin embargo, el principal desafío actual es garantizar la sostenibilidad de la edición impresa y explorar nuevas formas de modernizar su formato.
Un mensaje a los lectores
Labrador invitó a los lectores a seguir disfrutando del contenido de La Nación del Táchira a través de sus diversas plataformas. El diario continúa trabajando arduamente para ofrecer información de calidad y relevante para la comunidad tachirense, reafirmando su posición como un referente periodístico en la región.
«Como yo digo todavía huele a tinta y a papel», concluyó.